De no caer prácticamente una gota en meses, a tener que achicar aguas porque el cielo se desploma sobre nuestras cabezas. La transición de la primavera al verano es siempre intensa en La Rioja a nivel meteorológico y este fin de semana las tormentas se lo han recordado a los más olvidadizos.
Aunque, como veremos más adelante, ha caído agua en abundancia por prácticamente cada rincón de la comunidad, lo verdaderamente significativo ha sido la violencia con la que se han producido las descargas. Sin ir más lejos, el sábado se recogieron en Haro 17 litros por metro cuadrado en tan solo diez minutos, un lapso de tiempo en el que cayeron 10,2 litros en Cenicero y este domingo se han recogido otros diez litros en Agoncillo, según datos de la Aemet.
Poniendo en común los datos de la Agencia Estatal de Meteorología y los recopilados por las estaciones meteorológicas de SOS Rioja, Alfaro se erige como la localidad más ‘húmeda’ del fin de semana en La Rioja, con un acumulado de más de 57 litros por metro cuadrado si sumamos los registros del sábado y el domingo. Registros que pueden incrementarse, ante la previsión de que siga lloviendo al cierre de la edición.
Y eso que la capital europea de las cigüeñas no ha conquistado el primer puesto, de forma individual, en ninguno de los dos días del fin de semana: el sábado Haro recibió 35,2 litros por metro cuadrado, mientras que este domingo la palma se la ha llevado Aguilar del Río Alhama, con 23,3.
La irrupción repentina de tormentas tan virulentas ha provocado importantes incidencias a lo largo de todo el fin de semana. A la espera del balance dominical por parte de SOS Rioja, los frentes del sábado causaron problemas en varias carreteras de la comunidad, dejaron sin luz a un barrio de Haro durante dos horas e inundaron fincas en varios puntos de la región.
Un efectivo de Protección Civil desagua la cuneta de una carretera en Villamediana. | FOTO: Protección Civil.
Además, el aparato eléctrico de las tormentas se tradujo en un incendio forestal provocado por la caída de un rayo en la sierra La Hez.
Ahora solo queda confiar en que tanta agua de golpe tenga un efecto positivo y este se deje notar en los embalses riojanos que -a la espera de que la CHE actualice su estado- se encontraban al inicio de la semana al 55,7 de su capacidad conjunta, aunque con el de Pajares y el González Lacasa por debajo de la mitad de sus reservas.
