La Rioja

Eliminan el ‘poblado’ de casetas del Camino Viejo de Lardero

Adiós a las huertas ilegales del Camino Viejo de Lardero. Las excavadoras han entrado en acción este miércoles para derribar las casetas y cultivos, vallados de forma rudimentaria con palés y otros elementos inflamables, que se habían levantado en los últimos años en los terrenos particulares del último tramo de este camino que separa la capital de la localidad cigüeña.

Lo que surgió en un principio como pequeñas parcelas de huertas se había descontrolado hasta convertirse en los últimos años en auténticas fincas donde los ‘inquilinos’ habían construido áreas para su asueto y ocio asentadas a pocos metros de la N-111, incumpliendo así la norma que dicta 50 metros de distancia de seguridad, además de una autorización.

Ahora, sin embargo, lo que queda de aquellas construcciones improvisadas son meramente tablas de madera y restos de palés y verjas amontonados. Y con ello, las máquinas también se han llevado las hortalizas de verano ya plantadas en esta zona perteneciente al plan de suelo urbanizable de Ramblasque, sorprendiendo a los hortelanos que hacían uso de las parcelas a pesar de ser conocedores de su situación irregular.

Estas infraestructuras venían generando miedo y preocupación entre los transeúntes que paseaban por la zona. “Además de no tener permiso, generan una inseguridad tremenda por levantar vallados y casetillas de las que te puede salir cualquiera. Esperemos no tener que lamentar algún susto”, trasladaba una vecina hace pocas semanas a este periódico.

Críticas que también llegaban por el uso indebido del agua de la acequia que discurre entre dichos huertos: “Es vergonzoso que estén acumulando el agua en depósitos mediante bombas, pudiendo regar algo ilegal tan tranquilamente, mientras los agricultores profesionales del Iregua o de Varea no van a poder disponer de agua ni para salvar sus árboles, pagando como pagan por una concesión”.

Una situación ante la que las autoridades no podían actuar dado que los propietarios de las fincas no habían interpuesto denuncia alguna. En cambio, los dueño sí habían recibido los requerimientos por parte de la Unidad de de Disciplina Urbanística del Consistorio para mantener en condiciones de seguridad las explotaciones. Así que estos, aprovechando la temporada de desbroce de cara al verano con el fin de evitar incendios, han dado aviso a las excavadoras para que despejen la zona.

Unos trabajos que se sucederán durante los próximos días ante la atenta mirada de quienes llevan años sembrando sus lechugas y tomates y que este año, sin embargo, no podrán degustar.

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