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El final de la Vuelta a Burgos en las Lagunas de Neila recuerda a Arturo Grávalos: “Eterno”

Foto: Fernando Riaño

La reciente y trágica muerte del ciclista riojano Arturo Grávalos ha supuesto un palo durísimo para el ciclismo riojano. No es fácil cuando un tumor cerebral arrebata la vida a un chaval de 25 años, siempre sonriente a pesar de sus penalidades. Sin embargo, su recuerdo permanece entre los aficionados. En la subida a las Lagunas de Neila de este domingo -última etapa de La Vuelta a Burgos-, una pintada ha querido recordar su nombre: “¡Arturo Grávalos, eterno”.

La corredora del Team SD Worx Demi Vollering se ha proclamado vencedora de la Vuelta a Burgos tras ganar la etapa con una superioridad clara, atacando a mitad de puerto para imponerse en solitario por delante de las corredoras del UAE, Erica Magnaldi y Silvia Persico, que fueron segunda y tercera, respectivamente.

En la última curva de ese gran puerto, a escasos kilómetros de la frontera con La Rioja, la afición ha homenajeado así al ciclista de Cervera. Justo el mismo lugar donde, un año antes, la afición le había deseado fuerza de la forma más ciclista: imprimiéndolo sobre la carretera. Haciéndolo duradero.

Sobre el asfalto es donde Arturo demostraba sus cualidades. Era una gran promesa del ciclismo nacional y fue llamado por el equipo EOLO-Kometa, de Alberto Contador. Capaz de lograr la plata en el campeonato de España y estoico contra viento y marea, siempre miró adelante. Pese a todas las dificultades. Un cáncer le ha arrebatado la vida, pero su recuerdo queda en la memoria de los aficionados. No solo por su habilidad deportiva, sino por su validez como persona. Ahora, cualquier cicloturista que se aventure hacia Las Lagunas podrá leer ese mensaje y probablemente, derramar algunas lágrimas.

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