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El descenso del Promesas complica el concurso del Agoncillo en el playoff

El Agoncillo celebra su tercera posición en liga. / Agoncillo

Ya es matemático el descenso de la UD Logroñés Promesas a Tercera Federación. El filial está a nueve puntos de la permanencia, restan tres jornadas por disputarse en Segunda Federación y ningún resultado le permite soñar con la permanencia, más allá de la pésima situación del primer equipo de la entidad blanquirroja, que con su descenso virtual acabará arrastrando en cascada a todos los equipos que conforman su estructura. El Promesas baja a Tercera Federación, lo dicen las matemáticas, y el Agoncillo, que en lo normativo es la UD Logroñés C, sabe que la temporada que viene jugará en Regional Preferente, pese haber firmado un más que meritorio tercer puesto en Tercera Federación, solo mejorado por el Náxara, campeón y equipo de Segunda Federación, y el Varea, subcampeón.

Pero una duda recorre la Tercera riojana. ¿Podrá el Agoncillo jugar por el ascenso a Segunda Federación cuando sabe que no puede ascender teniendo además en cuenta de que ha descendido por el arrastre de su equipo en categoría superior? El Agoncillo quiere jugar el playoff de ascenso. Se lo ha ganado en el terreno de juego. Y se aferraba hasta este domingo que la Segunda Federación acaba más tarde que la Tercera riojana y que por tanto la situación de sus equipos superiores estaría por definir. Pero esta situación ha cambiado. Lo hizo este pasado domingo cuando la UD Logroñés Promesas perdió su partido y los resultados le dijeron que estaba descendido matemáticamente a Tercera Federación.

Partido del Promesas en Tarazona

Así, la Federación Riojana de Fútbol sabe que las matemáticas están claras. El Promesas desciende y el Agoncillo, también. A partir de ahora el fútbol riojano se juega un puesto en la final nacional por el ascenso a Segunda Federación. El Agoncillo no puede ascender, pero está en su derecho que querer jugarlo. Pero la norma indica que un filial no puede ascender a una categoría en la que ya compite el equipo superior. Y éste es el caso del Agoncillo. El Varea jugará contra la Oyonesa, y el Agoncillo contra La Calzada.

Pendiente de una decisión se encuentra el Anguiano, sexto clasificado, que entiende que el Agoncillo no puede jugar por el ascenso. Sin embargo, las autoridades deportivas no aclaran esta situación que genera incertidumbre en el Agoncillo y en el Anguiano, como principales afectados, pero también La Calzada, que no conoce a su rival, o en el resto de equipo que buscan la plaza en la final nacional por el ascenso. No es lo mismo jugar contra un equipo que sabe que no va a poder ascender que hacerlo contra una plantilla que sí puede subir de categoría si se lo gana sobre el terreno de juego.

Es más, el fútbol riojano podría provocar una situación realmente complicada. Si el Agoncillo juega este playoff lo puede ganar. Y en caso de hacerlo se presentaría en la final nacional por el ascenso sin opciones de ascender, sabiendo además que ya está descendido a Preferente. El fútbol riojano se mantiene a la espera de una decisión federativa que solucione de una vez todas esta situación tan paradójica.

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