La UD Logroñés ha caído frente al Alcoyano (0-1), complica todavía más su situación y se mete ya en la peor racha de su historia. Trece partidos sin ganar, la peor dinámica entre los equipos de, al menos, las tres primeras categorías españolas. Un tanto de penalti transformado por Moyita ha dado la victoria a unos visitantes muy pragmáticos y hábiles en el fútbol de barro. La próxima cita será el derbi frente a la SD Logroñés (domingo 17:00). Todo ello, en el peor momento.
Natxo González quería evitar su decimotercer encuentro seguido sin ganar con un cambio de sistema. Markel, Cristian y Arregi han formado la tripleta de centrales, mientras que Schutte y Vinicius se han situado en punta de ataque. Un 5-3-2 para intentar dar otro aire y buscar una ansiada victoria que no llegará desde el 23 de octubre. Después de tanto tiempo sin ganar, la afición ha mostrado su malestar. El horario ha reducido la asistencia de público y la Peña Madrid Blanquirrojo ha querido mandar su mensaje particular: “Honrad el escudo”.
Lo cierto es que los riojanos han podido irse al descanso por delante en el marcador. Tras un primer tramo de fútbol áereo y muy difuso, los blanquirrojos han conseguido inquietar la portería de Bañuz. Cristian ha sido el primero en probarlo desde fuera del área, con un disparo que se ha ido rozando el poste. Posteriormente, el turno ha sido para Schutte, que ha probado por primera vez a Bañuz. El portugués ha tenido la segunda, tras recibir un pase largo de Vinicius y marcharse hacia un mano a mano con el portero. A la hora de definir, el cuero se ha marchado lamiendo el poste. Otra más al limbo, demasiadas ya en esta campaña…
El Alcoyano parecía dormido, pero ha golpeado justo antes del descanso. En su intento de despejar, la pelota ha tocado en la mano de Markel y el colegiado ha señalado penalti. Moyita, que antes había generado peligro, se ha encargado de transformarlo y lanzar otro jarro de agua fría sobre una UD Logroñés cada vez más enterrada en el pozo. Con el mínimo peligro, los visitantes han conseguido adelantarse y la segunda mitad se iba a hacer muy cuesta arriba. Aunque todavía queda temporada, estos encuentros ante un rival directo se vuelven trascendentales.
Foto: UD Logroñés
Estaban en juego mucho más que tres puntos en esta segunda mitad. Sin embargo, la ansiedad y la precipitación han pasado factura a los locales, incapaces de generar peligro. Su rival ha empezado a jugar al otro fútbol, con resultado. Se necesitaba un revulsivo y Natxo ha sacado a Clau Mendes, sustituido por un lesionado Schutte. Corría ya la hora de juego y el ambiente estaba tenso. Se necesitaba sorpresa, algo diferente. Eso ha intentado Vinicius, muy tímido hasta el momento. El ‘Tanque’ ha lanzado un trallazo desde treinta metros, al que Bañuz ha sacado la manopla. La más clara de la segunda parte, al menos un sonoro ‘uy’.
Doncel y Boniquet han salido en la segunda tanda de cambios, sin que demasiado cambiara. Qué agonía, qué impotencia repetida domingo tras domingo. Especialmente para los que nunca fallan, sea en casa o en diversos puntos de España. No quedaba otra que quemar las naves, con Zourdine y el debut de Vergés. Apuesta ofensiva, con el cronómetro ya a diez minutos del final. No salía nada y la tablilla ha mostrado seis minutos de añadido.
A la desesperada, la UD Logroñés ha colgado balones y la afición ha pedido dos posibles penaltis. Pero más allá de jugadas concretas, lo cierto es que los blanquirrojos no han conseguido dominar el partido en ningún momento. Mayor ha podido ser el drama cuando Rubio se ha plantado solo y ha podido hacer así el 0-2. Pitada de la afición y gritos muy claros: “Directiva, dimisión”. Las aguas ya no pueden bajar más revueltas, con los jugadores despedidos a gritos de “fuera, fuera”.
