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La enfermedad de la UD Logroñés pasa revisión en Lezama

La UD Logroñés está enferma. Presenta un cuadro que no solo preocupa a los más hipocondriacos (hay quien da por hecho el descenso de un equipo a falta de 18 jornadas para el final del torneo). La UD Logroñés está malita, a cuatro puntos de la permanencia. Pase lo que pase este domingo (12:00 horas) en Lezama ante el Bilbao Athletic, el equipo seguirá una semana más en puestos de descenso. Y así serán siete jornadas seguidas en los puestos rojos de la clasificación. Demasiado tiempo para un equipo que comenzaba el curso con una plantilla corta y con el objetivo de pelear por el ascenso.

Lo que parecía un cuadro alérgico se ha ido complicando y Albert Aguilá fue el primero en purgar los errores del pasado verano, cuando el club durmió con el culo al aire, decisión que provocó un catarro de tardías decisiones que ha evolucionado actualmente hacia un cuadro vírico complejo que lo tiene instalado en la UCI del fútbol. Respira por su cuenta, pero precisa de la máxima atención médica porque en cualquier momento se puede complicar si cabe un poco más el asunto: perder en Lezama sería entrar en pánico.

Once jornadas sin ganar un partido. Demasiado tiempo. Tres meses. El récord está marcado en doce jornadas sin triunfo alguno: logrado en 2021 por Sergio Rodríguez en Segunda División, y anteriormente establecido también doce jornadas sin ganar por Pepe Calvo y Raúl Llona en 2013. Natxo González empieza a ser un técnico que no sabe hacer ganar a sus equipos. Lo que sin duda es un problema. Diez partido ha completado en la UD Logroñés. Ocho en liga con seis empates y dos derrotas; y dos en Copa, con un empate y una derrota. Pero es que viene tocado de su anterior etapa en Málaga. En diez encuentro sumó la temporada pasada en Segunda una única victoria. Aquello tampoco funcionó.

El técnico alavés está pasando una mala racha. Sus dos últimos equipos no ganaban. Una enfermedad importante en esto del fútbol. Para la que parece haber un diagnóstico. Al menos es lo que ha indicado el preparador de Labastida antes del fundamental encuentro ante el Bilbao Athletic. “Lo importante es tener el diagnóstico. Cuando uno está enfermo, lo primero es conocer el diagnóstico”. Y ha anunciado que “lo tenemos”. “Tenemos una gran capacidad de autoconocimiento”, ha remarcado. Es decir, que tras diez encuentros dirigidos por Natxo, tras lo que denominó como “pretemporada de cinco partidos oficiales”, por fin “sabemos en qué tenemos que mejorar y en qué estamos siendo buenos”.

El equipo está fuerte en defensa tras dos citas manteniendo la portería a cero, esencial para sumar puntos. Y recuperar el discurso de hace una semana para advertir que los problemas están centrados ahora mismo en los metros finales, en decidir mejor, “en ataque tenemos que mejorar”, ha señalado. Por tanto, la UD Logroñés tiene un diagnóstico. Está en descenso porque no sabe atacar. “Sumamos un gol en los últimos tres partidos”, ha recordado.

Hay diagnóstico. Paso previo para ponerle remedio. Pero no todas las enfermedades diagnosticadas tienen cura. Y resulta más complicado cuando no se le intenta poner remedio, ahora que la farmacia del mercado de fichajes de invierno está abierta. Los problemas ofensivos siguen estando a la vista de cualquiera. Vinicius Tanque, Juan Carlos Menudo y el lateral ofensivo Campins continúan en el equipo, a pesar de no haber jugado minuto alguno en las dos últimas citas, en las que ni tan siquiera han calentado. “Al final como entrenador no puedo estar supeditado a este tipo de cuestiones. Al final en cada partido tienes que intentar utilizar los recursos que crees son los mejores para el equipo”.

Ha explicado Natxo que no puede estar pensando en si poner a uno o dejar de poner a otro puede ser interpretado de una manera o de otra cuando se le ha preguntado por la falta de minutos de estos tres futbolistas que están en la puerta de salida sin poder desatascar el club sus relaciones contractuales que les unen a la entidad. “Nos estamos jugando mucho como para andarnos con tonterías. Por lo tanto, cuando hago los cambios es porque creo que es lo lo recomendable. Y si no hago los cinco cambios es porque creo que no es que no es necesario y y nada más. En ese sentido no hay ningún problema”, ha cerrado. Ni en Castellón ni en contra el Baleares (a pesar de la lesión de Jorge Martínez-Losa) Vinicius Tanque y Menudo, dos de los sueldos más elevados de la plantilla, fueron necesarios para ganar de una vez por todas un partido de fútbol. No parecen por tanto el remedio para la enfermedad diagnosticada por el técnico. Porque a veces no hay dinero para el tratamiento, para pasar de un placebo a una pastilla más eficaz.

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