La Rioja

Comer fuera de casa, un bien de lujo para los riojanos

Comer fuera de casa se ha convertido en un bien de lujo para los riojanos

Con la inflación disparada durante los últimos meses, comer fuera de casa en un restaurante en La Rioja casi se puede empezar a considerar un bien de lujo. Los menús del día en los restaurantes riojanos han subido sus precios considerablemente debido al encarecimiento de las materias primas derivados por la guerra de Ucrania.

Los últimos datos publicados por el Instituto Nacional de Estadística (INE)revelan que la inflación anual en La Rioja se disparó en el mes de julio al 11,7 por ciento. En lo que va de año, los precios generales han subido en La Rioja un 6 por ciento. Concretamente, en el sector hostelero, cafeterías y restauración, el incremento ha supuesto un 6,3 por ciento.

El precio medio del tradicional menú del día actualmente se encuentra en 13 euros. Aunque con distinciones según las comunidades, donde La Rioja se sitúa en el segundo puesto del pódium nacional, con un incremento del menú diario de un 15,7 por ciento.

Este aumento de precios se ha visto reflejado en los bolsillos de muchos trabajadores riojanos, que, por su incompatibilidad de horarios, deben comer fuera de casa. Por ello, estos trabajadores aprovechan los menús del día por ser una “oferta reducida” de platos que suele incluir dos primeros, dos segundos, bebida y café o postre. La elección del menú diario es más económico que una selección propia hecha a la carta.

Es el caso de Antonio, comercial de profesión. Su trabajo le impide volver a casa a comer, ya que se desplaza por toda la región: “Nunca sé dónde voy a estar para comer”. En su caso, cuenta con un cheque diario que le aporta su empresa de 9 euros. “Ahora mismo es misión imposible encontrar un menú del día por 9 euros. Normalmente pago 14 o 15. La diferencia entre la ayuda que me dan y el precio real tengo que pagarla de mi bolsillo”, explica el comercial. Si el precio medio del menú se sitúa en 13 euros, Antonio debe aportar 4 euros diariamente para comer; lo que supone un total de 80 euros de media al mes.

Con Antonio coincide Javier, transportista y camionero desde hace más de 20 años en la región. Su horario de trabajo tampoco le permite volver a casa a comer porque “nunca estoy cerca”. En su caso, sin embargo, la empresa le cubre todos los gastos de comida, pero cuenta que muchos de sus compañeros de sector han tenido que buscar “otras soluciones”, como táperes de comida fría. Eso sí, entre risas asegura que “hace años podías comer un menú por 10 euros. ¡Ahora encuentra tú un restaurante por ese precio!”.

Por su parte, la restauración confiesa que “poco se puede hacer”. Manuel, encargado del restaurante Tívoli situado en la céntrica calle de Bretón de los Herreros, nos muestra su menú del día. Una variedad de primeros platos combinados con exquisitos segundos platos, agua, vino o refresco por 16,50 euros. “Hemos tenido que adaptarnos, los precios de las materias primas se han duplicado y perdíamos dinero con platos”. Por eso, sus clientes han visto el incremento de dos euros en su menú diario: “Subimos el precio dos euros, porque no sacábamos rentabilidad al menú”.

Pero todavía hay restaurantes que resisten a la inflación, aunque “por poco tiempo”. Es el caso del restaurante PerretxiCo, ubicado en calle Portales. Su responsable, Ignacio, explica que intentan “resistir como se puede, pero empezamos a perder dinero en muchos platos diarios”. Actualmente, su menú diario se encuentra en los 18,50 euros. Los productos que más se han encarecido son los productos primarios como el aceite de girasol, la leche o los huevos. “Este otoño deberemos replantearnos subir el precio del menú, no creo que aguantemos mucho tiempo más así”.

Por ello, los trabajadores han comenzado a buscar diferentes soluciones más baratas de precio. “Ahora compro platos precocinados, ya que me salen más baratos. Otras veces, si no tengo mucha hambre, como un par de pinchos y así no me paso de dinero”, concluye Antonio.

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