La Rioja

La hostelería y las pescaderías riojanas, con hielo y sin miedo al desabastecimiento

Ir en busca y captura de hielo ha sido una de las tareas más comunes durante los últimos días para los riojanos. Que las temperaturas no dieran tregua durante el mes de julio ha hecho que el hielo sea indispensable en el día a día de cualquier persona: un refresco, con hielo; un café, con hielo; o un simple vaso de agua fría, pero con mucho hielo.

La alta demanda que se ha generado en el sector ha derivado en un desabastecimiento generalizado que se ha hecho notar en los supermercados riojanos, donde han tenido que racionar la venta de sacos de hielo desde hace un par de días.

La situación de falta de suministro actual pone en el punto de mira a aquellos sectores que se sirven y consumen diariamente de este producto: pescaderías, hostelería y ocio nocturno.

Las pescaderías aguardan su género bajo kilos de hielo para que el producto mantenga la firmeza y calidad que requiere. Cristina, propietaria de Pescadería Insausti, explica que “casi un centenar de kilos son los que se producen y gastan diariamente en una pescadería en temporada de verano”, que es cuando más se necesita mantener el pescado ‘a punto’ y fresco. Sin embargo, dice que su pescadería se encuentra totalmente abastecida por el momento, dado que la mayoría de empresas de dicho sector se autoabastecen con sus propias cámaras de refrigeración de hielo.

La hostelería, por su parte, comparte el mismo argumento que las pescaderías. Muy raros y puntuales son los casos de falta de abastecimiento de hielo en bares y restaurantes de la capital riojana. Este sector también se autoabastece generalmente con su propia maquinaria de hacer hielo. Sin ir más lejos, Josué, camarero del café bar Odeón, enseña su máquina. “Aquí estamos más que abastecidos, tenemos dos máquinas de hielo y tres arcones donde guardamos más hielo si nos hace falta”, explica.

La maquinaria de la que disponen generalmente los hosteleros puede fabricar aproximadamente unos 18 kilos de hielo por ciclo. En su caso concreto, durante la temporada alta de demanda de hielo suelen consumir unas tres máquinas de hielo diarias, lo que supone un total de medio centenar de kilos.

José Manuel, camarero de bar Vento, coincide con Josué: “En las ciudades grandes hay hielo de sobra, los bares y restaurantes logroñeses nos abastecemos nosotros mismos con nuestras propias máquinas, no necesitamos de hielo externo”.

Cientos de logroñeses abarrotan las calles de la ciudad cuando calman las temperaturas y aprovechan para disfrutar de una bebida refrescante en cualquier terraza de la capital. Jaime y María toman un café con hielo en la calle Bretón de los Herreros. Al preguntarles por el desabastecimiento de hielos explican que “hace unos días fuimos a comprar hielos a un supermercado y nos dijeron que se habían agotado, pero no hemos tenido ningún problema en los bares y restaurantes”.

Así que de momento parece ser que el desabastecimiento continúa en las grandes cadenas alimentarias, pero no así en otros sectores donde se utiliza el hielo diariamente. “No creemos que vayamos a quedarnos sin suministro de hielo”, concluyen los hosteleros.

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