Gastronomía

De pinchos por La Rioja: patatas bravas en El Embaucador

Aunque las patatas bravas pasen por ser invención madrileña (su creación, no suficientemente documentada, se la disputarían dos bares de la capital, Casa Perico y La Casona, a finales de los años cincuenta) y la receta original no lleva más que pimentón y aceite, Logroño, donde se echa mano del tomate y la mayonesa, ha conseguido colocar en el mapa gastronómico al menos dos, las del Jubera y las del Tondeluna.

Pero hoy vienen a esta barra otras bravas quizá menos conocidas, pero que han llamado la atención de nuestros expertos: las que sirven en El Embaucador, a la entrada de la calle San Agustín desde Once de Junio (también tiene acceso y terraza en Bretón de Los Herreros), donde hasta hace no mucho se ubicaba El Colmado de los Artistas.

Las patatas aquí se sirven sin pelar, con su piel, y alcanzan un punto crujiente por fuera y tierno por dentro (más fritas que cocidas en aceite) muy destacable. La salsa que las baña pica, pero no abrasa. Y hay un buen surtido de cervezas para acompañarlas. ¿A qué más?

El Embaucador. San Agustín, 41 (Logroño). Patatas bravas: 3,50 €.

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