Uno de los objetivos del Plan de Transformación de La Rioja es dotar al cien por cien de la población de acceso a conexión de alta velocidad a través del proyecto Territorio Digital de Servicios. La extensión de las infraestructuras de conectividad permite impulsar servicios digitalizados universales a los que pueden acceder todos los ciudadanos, independientemente de su lugar de residencia. Los pasos que hasta el momento ha dado la comunidad en materia de conectividad son bastante optimistas pero siguen trabajando por aportar soluciones tecnológicas que satisfagan las necesidades sociales también en el medio rural, donde las compañías de red no llegan con tanta eficacia.
Óscar Alonso es miembro de la Junta Directiva de AITER (Asociación de Ingenieros de Telecomunicaciones) y asegura que, en cuanto a la conectividad se puede hablar tanto de presente como de futuro: “La situación actual es bastante buena. El 97 por ciento de la población riojana ya tiene acceso a fibra óptica, la mejor solución a día de hoy para tener una buena cobertura a Internet. Esa cifra nos posiciona mejor que la media nacional y, además, considerando que España tiene una situación privilegiada respecto al resto del mundo, lo que nos otorga una ventaja competitiva”.
Para ese tres por ciento de la sociedad que a día de hoy todavía no cuenta con cobertura de fibra, sin embargo, existen soluciones tecnológicas alternativas para hacer de las zonas con menos densidad demográfica focos de atracción para el asentamiento de empresas y población. “Aunque no sean igual de óptimas que la fibra, hay alternativas que permiten el acceso a Internet mientras no se disponga de fibra. Estas opciones son, principalmente, la conexión por satélite y la tecnología WIMAX por radiofrecuencia. En el caso del satélite, la señal tarda en viajar porque el satélite está a varios miles de kilómetros de altura, así que no es muy recomendable para casos en los que se necesite un servicio en tiempo real. Mientras que la tecnología WIMAX, aunque puede ofrecer un buen servicio, requiere visibilidad directa y tiene dependencias de la propia climatología”, explica.
Lo que es obvio es que la tecnología avanza a pasos agigantados con cada segundo que pasa y las innovaciones llaman a la puerta continuamente. Y si hablamos de futuro, aunque ya es una realidad en algunos puntos de La Rioja, lo que está aquí a la vuelta de la esquina es el 5G. Hay decenas de emplazamientos en la comunidad que ya tienen acceso a esta red que supone la nueva revolución de la tecnología móvil. Aunque este 5G no se trata del definitivo todavía, el que abarcará luego toda la región.
“Con esta red lo que se consigue es reducir la latencia en un 60 por ciento respecto al 4G, es decir, el tiempo que tarda en viajar la información, lo que nos permitirá tener servicios en tiempo real. Además, la autopista por la que circulan esos datos, lo que se denomina caudal, va a ser mucho más ancha, lo que favorecerá la velocidad de descarga. Podremos descargarnos películas en segundos cuando antes lo hacíamos en minutos o incluso”, remarca Alonso.
Estas ventajas serán aplicables a sectores como el de la automoción, en el caso de los vehículos autónomos que podrán ser capaces de decidir en cuestión de milisegundos cómo moverse para evitar, por ejemplo, un accidente; la agricultura de precisión, para analizar el desarrollo de los cultivos y predecir su evolución; la industria, con soluciones como la realidad aumentada; o la sanidad, por ejemplo, para atender de forma remota a un paciente. “Todos ellos avances relevantes que, aunque sorprendan, pueden estar aquí muy temprano. Por ello hay que aprovechar todo lo que se nos viene encima en cuanto a innovación tecnológica porque el escenario que se nos abre ahora es ilusionante”. Es más, esto avanza tan rápido que ya se está hablando del 6G.
* Contenido especial para el Gobierno de La Rioja
