El Servicio Riojano de Salud preparó la llegada del líder del Frente Polisarario sin conocer que se trataba de Brahim Ghali. Así al menos lo ha asegurado el jefe de la Oficina de la Presidenta, Eliseo Sastre, al juez Lasala, que instruye la causa judicial sobre las presuntas irregularidades cometidas durante la atención sanitaria a Ghali el pasado mes de abril.
Este viernes han prestado declaración como testigos ante el juez tres responsables del Servicio Riojano de Salud (Alberto Lafuente, gerente del SERIS; el jefe de la Unidad de Cuidados Críticos del Hospital San Pedro, Fernando Martínez Soba; y la funcionaria del Servicio de Admisiones del Hospital San Pedro, Olga Llaría Soto) y Sastre, quien ha indicado que fue la presidenta del Ejecutivo quien le informó 48 horas antes del ingreso del Polisario de la necesidad de acomodar una cama en la UCI del San Pedro.
Ghali llegó a España a través de la Base Aérea de Zaragoza el 18 de abril y fue trasladado en una ambulancia del SERIS al Hospital San Pedro. El responsable de la UCI riojana dijo en una primera declaración a la Policía que dos días antes de la llegada de Ghali el gerente del centro le pidió que reservara una cama para un «paciente extranjero» y que le llamó la atención que la identidad con la que se presentó el paciente, Mohamed Benbatouche, no se correspondía con la que figuraba en los informes médicos que le fueron aportados por los sanitarios de la ambulancia. Por su parte, el gerente del SERIS manifestó a los agentes que fue Eliseo Sastre quien le consultó si era posible «ingresar un paciente dentro del ámbito de la ayuda humanitaria».
La declaración de los cuatro testigos riojanos se suma a una instrucción en la que también han tenido que prestar declaración la propia exministra de Exteriores, Arancha González Laya, y su jefe de gabiente, Camilo Villarino.
