El BM Logroño tiene casi imposible la tercera plaza, frontera de la clasificación directa para las competiciones europeas. Sin embargo, a los franjivinos todavía les queda una última bala: intentar ser cuartos y lograr una plaza hacia la Liga Europea de la EHF con una posible invitación. Para ello, depende de sí mismo y necesita ganar sus dos últimos encuentros, este sábado frente al Helvetia Anaitasuna y el próximo domingo, ganar el average al Huesca para asegurarse el objetivo.
Actualmente, los de Miguel Ángel Velasco son quintos con 43 puntos. Cuarto se sitúa el Granollers, igualado a puntos, pero con tres partidos menos. Tercero es el Huesca (45) y Bidasoa ya es inalcanzable en la segunda posición (51). La clasificación directa a Europa está imposible, salvo milagro. Por tanto, el objetivo de los logroñeses es adelantar a los altoaragoneses y asegurarse el cuarto lugar.
Y a partir de ahí, esperar a una posible invitación de la EHF, hecho frecuente durante las últimas temporadas. De hecho, el propio Logroño renunció a esta plaza debido al COVID-19. Con el futuro algo más despejado a nivel sanitario, el club puede volver a pasear su nombre en el Viejo Continente.
Vista la situación, lo importante es vencer en Pamplona y a partir de ahí, jugarse la cuarta plaza con Huesca en la última cita. Hay otra opción para que los riojanos dependan de sí mismos en esa última jornada: al menos igualar el resultado que consiga Huesca ante Sinfín (domingo 18:30). Mejor hacer los deberes y después mirar a otras pistas.
Los navarros vencieron durante la primera vuelta en el Palacio (26-34), rompiendo así una gran racha victoriosa de diez victorias seguidas de los riojanos. La última derrota franjivina en Navarra data del 12 de diciembre de 2015 (33-31). Los precedentes juegan a favor de unos riojanos que vuelven a jugársela.
