Sucesos

¿Quién mató al profesor de la calle Pepe Blanco de Logroño?

Este jueves se cumplirá el primer aniversario de uno de los sucesos más trágicos y, a la vez, más misteriosos de la crónica negra de La Rioja en los últimos años. El 18 de febrero de 2020 varias patrullas de la Policía Nacional acudieron de urgencia al número 9 de la calle Pepe Blanco de Logroño, donde encontraron el cuerpo sin vida de Pedro José Sáez Alfaro.

Un año después, la investigación sigue su curso sin que se haya producido ninguna detención por un homicidio caracterizado por la extrema violencia practicada sobre la víctima. Las fuentes consultadas por este medio, en cambio, descartan por completo que la instrucción del caso se encuentre en un callejón sin salida. Insisten en que se han producido importantes avances en aras de encontrar al responsable o los responsables del macabro crimen, si bien el secreto de sumario bajo el que se encuentra la causa les impide concretar más detalles.

Tras localizar el cadáver de Sáez Alfaro, profesor de Lengua y Literatura del instituto D’Elhúyar de Logroño y poeta, la instrucción del caso de dividió en dos líneas de investigación. Por un lado, la Policía Científica recabó varias cajas de pruebas en el escenario del crimen, si bien en un principio no se hallaron restos biológicos que permitieran identificar al autor o los autores del suceso.

Por el otro, los investigadores ‘peinaron’ el entorno familiar y social del difunto recabando numerosos testimonios que permitieron abrir varias líneas de indagación. Asimismo, rastrearon todas las llamadas y mensajes recibidas en el móvil de la víctima, a fin de dar con alguna pista sobre los posibles autores del asesinato.

Otra de las piezas del puzzle la conforman los resultados de la autopsia practicada al cuerpo, que mostraba evidentes signos de violencia. El secreto de sumario impide conocer más detalles sobre la muerte del maestro jubilado, una persona que dejó una honda huella en el instituto D’Elhúyar.

Varias de las declaraciones de los vecinos apuntaban que el fallecido presetaba servicios de masajes y naturopatía en la vivienda donde fue encontrado su cadáver y que el día de autos escucharon un fuerte golpe a media mañana, al que en un primer momento no dieron mayor importancia. Esto llevó a pensar a los agentes de Homicidios que pudiera haber sido un cliente quien acabase con su vida, si bien hasta la fecha no se ha podido confirmar esta hipótesis.

En cualquier caso, la Policía no encontró evidencias de que el acceso al domicilio se hubiera producido forzando la puerta, de lo que se desprende que el asesino podría tener alguna relación de confianza con la víctima. Hasta ahora son dos  las circunstancias descartadas en rotundo por los investigadores: la víctima no se suicidó ni murió de forma accidental. En el aire planea sin respuesta la gran pregunta sobre el caso: ¿quién mató al profesor de la calle Pepe Blanco?

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