Y como si en el DeLorean se hubiesen montado todos los concejales, tras aprobar los presupuestos en el Pleno de este lunes se trasladaron a 2007. Han pasado trece años desde la firma del convenio entre el Ayuntamiento de Calahorra, la compañía Envases Metálicos Moreno y otras empresas promotoras para llevar a cabo la recalificación de los terrenos industriales en la que se preveía la construcción de una nueva zona residencial.
Un convenio en el que el consistorio se comprometía a realizar una modificación del Plan General mientras que Envases Moreno reubicaría la planta en Calahorra y a presentar un aval. La empresa nunca presentó ese aval ni reubicó la planta. En un Pleno de 2009 se intentó cambiar las obligaciones de la empresa, pero ese punto no fue aceptado a pesar de que por aquel entonces el PP tenía mayoría absoluta.
“Cuando entramos a gobernar, los técnicos del ayuntamiento nos informaron de que esta situación estaba latente después de once años”, contó Rebeca Sáenz, concejal de Urbanismo. Había que denegar esa petición de la empresa y se ha tardado más de diez años en hacerlo. “Es surrealista. Simplemente por solucionar este tema, me alegro de haber elegido esos terrenos para la creación del centro de Formación Profesional. Por fin se quedará ese terreno en condiciones. Lo que se desprende de este documento es que la empresa quería despedir a los trabajadores sin más ni más, además de quedarse con un terreno rectificado”.
“Lo que se proponía en ese Pleno era totalmente ilegal, tal y como dijeron los servicios técnicos de la casa”, explicaba la concejal de Urbanismo. “Ustedes (refiriéndose al Partido Popular) y la empresa fueron los responsables de lo que pasó con los trabajadores. Todo se cayó por su peso al pincharse la burbuja inmobiliaria”, sentenció.
El exalcalde Luis Martínez Portillo tomó la palabra por alusiones. “Para los que no conozcan lo que ocurrió, la gestión no fue nefasta. Se basó en querer que los trabajadores no fuesen echados a su casa sin cobrar. Ese fue el único motivo del convenio. Estaba el acuerdo con los trabajadores y con la empresa, que es verdad que no cumplió. Es mentira que fuese un pelotazo urbanístico entonces y ahora. Que sepa que los trabajadores pensaban que ese convenio les favorecía”.
