Veinticuatro horas después de encajar su peor derrota de los últimos años, el Logroñés sigue lamiéndose las heridas sufridas en Son Moix. No durante mucho tiempo, que agua pasada no mueve molino, pero sí lo suficiente para alzar la voz sobre lo que el vestuario blanquirrojo considera una injusticia.
El cuadro riojano jugó con diez hombres prácticamente todo el partido (en la recta final, con la lesión de Roni y los cambios ya agotados, la cosa empeoró) a raíz de una jugada polémica derivada de una cesión de Arnedo a Santamaría que la plantilla blanquirroja cree involuntaria.
Así, al menos, lo ha defendido este lunes Gorka Pérez en la sintonía de Radio Rioja Cadena SER. “La cesión no lo es en absoluto; el compañero le da de forma involuntaria, en ningún momento tiene intención de pasársela al portero y me gustaría saber si en el área contraria se hubiese pitado también”, ha subrayado.
Pero no fue ese el único error arbitral, a juicio del central vizcaíno. La repetición del penalti que supuso la expulsión de Andoni López y que atajó Santamaría indignó, y de qué modo, al vestuario blanquirrojo: “Entran un compañero y un rival medio metro y lo manda repetir, cuando vemos otros casos en los que entran jugadores tres y cuatro metros y no se repite. Cada cual puede sacar sus propias conclusiones”. “Sabíamos adónde íbamos, sabemos quiénes somos y esperemos que otro día cambie la forma de arbitrar”, ha enfatizado el defensor vasco.
Pese a todo, el jugador del Logroñés valora que “tenemos que estar orgullosos por el esfuerzo que hicimos durante 90 minutos, con uno y dos jugadores menos; dimos la cara en todo momento y ahora debemos pensar que el miércoles tenemos otro partido que estamos totalmente convencidos de que podemos sacarlo adelante para volver a la buena dinámica que traíamos”.
Esa cita no es otra que el duelo en Las Gaunas contra la Ponferradina, un duelo marcado como determinante por una plantilla que quiere quitarse cuanto antes el mal sabor de boca producido por la derrota en Baleares.
