El BM Logroño ha vencido al Cisne (34-23) en la recuperación del partido aplazado y se coloca en la quinta plaza de la Liga ASOBAL. Los riojanos han demostrado su superioridad frente a un rival con carencias defensivas. A base de arreones, los pupilos de Miguel Ángel Velasco han sumado su sexta victoria y dan muestra de sus credenciales. Si el triunfo en León supuso un golpe encima de la mesa, la tendencia se confirmado hoy con una buena aportación ofensiva y una portería estratosférica, imposible de contestar para los rivales.
Delcio Pina ha arrancado como un auténtico tiro, anotándose cuatro goles en el inicio de partido. El caboverdiano ha dado un clínic de como lanzar con potencia, impulsando a los suyos desde el tramo inicial (5-2, minuto 5). Jorge Pérez no ha querido ser menos en portería, llegando a alcanzar un 66,6 por ciento de efectividad. A efectos prácticos, una auténtica animalada que ha desquiciado a los gallegos. 10-5 a los dieciocho minutos y tiempo muerto obligado de Javier Fernández. Aunque el asunto mejoraría para los visitantes, el destino del encuentro parecía escrito.
Los franjivinos eran mejores y si han tardado en romper el encuentro, ha sido por su precipitación. Alexandre Chan y Andrés Sánchez han encontrado soluciones para los gallegos (13-11), pero los riojanos seguían con un punto más. ‘Showtime’ de Balenciaga, dos acciones resolutivas de Edu Ortiz y nuevo colchón al descanso (17-12). Bien pudo haber sido mucha más renta, puesto que ha habido suficientes acciones claras y unos contra unos. De todas formas, no se vislumbraba sufrimiento.
Miguel Sánchez-Migallón y Serradilla han puesto un muro defensivo y Pérez seguía a lo suyo bajo palos, haciendo que hasta los siete metros fueran difíciles para el lanzador. Desconectado, impreciso y negado de cara a gol, el Cisne estaba despidiéndose de sus opciones de encuentro. Un gol en diez minutos, así imposible. Álvaro Preciado ha firmado un golazo (20-14, minuto 41), pero Erik Balenciaga ha tardado diez segundos en dar la respuesta. Sin brillantez ni continuidad, pero aprovechando los continuos deméritos del rival han roto el encuentro (23-14, minuto 43).
Tirando de orgullo, los blanquiazules han buscado la desesperada, reduciendo su desventaja a seis tantos. Por si hubiera dudas, Eduardo Ortiz (5 tantos) se ha encargado de disiparlas. Con el partido ganado, la recta final ha sido una explosión de talento para los locales. Caras menos habituales (Goñi, David Cadarso) y fin de fiesta por todo lo alto. Goles y más goles para divertir a la grada y dejar la diferencia final en once. Próxima cita: Cangas en el Palacio (sábado 19:00).
