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El BM Logroño cae con contundencia en Valladolid tras una horrible primera parte (32-25)

Foto: BM Logroño / Juanjo Acobi

El BM Logroño ha caído frente al Valladolid (32-25), al no poder superar una horrorosa primera mitad; llena de pérdidas, errores en ataque y mal rendimiento en defensa. Hacer el primer gol ha costado siete minutos y el segundo, otros cinco más. Y así es muy difícil. Definitivamente, se ha notado el nuevo parón competitivo sufrido por el equipo. Es complicado centrarse en la pista si cada dos por tres irrumpe el coronavirus, sea de forma directa o porque otros equipos no puedan jugar. Y todavía más si el portero rival, César Pérez, se marca un arranque de escándalo.

Al descanso, el marcador en Huerta del Rey mostraba la realidad (15-9). Seis de renta para los pucelanos, que han llegado a ser ocho en el transcurso de la primera mitad. En medio de la espesura, solo Erik Balenciaga parecía encontrar alguna oportunidad. La élite no perdona despistes y Miguel Ángel Velasco se ha visto obligado a pedir dos tiempos muertos antes de los veinte minutos. Un reflejo claro de una derrota (casi) anunciada desde el minuto diez.

No se ha callado el entrenador: “¡Vamos a dejar de perder balones, hostia! Así es imposible”. Un cabreo equiparable con la caraja de los suyos, incapaces de sumar tantos con regularidad y con muchas vías de agua en defensa, aprovechadas por un estelar Ander Ugarte (8/10).

Fuente: BM Logroño/Juanjo Acobi

El Logroño ha alternado entre sistemas defensivos 6-0 y 5-1, sin demasiado resultado. Mientras David Pisonero vivía el duelo con tranquilidad desde el banquillo local; a Velasco se lo comían los demonios. Solo la verticalidad de Casado y el acierto de Moreira han frenado algo la hemorragia riojana. El tiempo corría en contra de los riojanos, pese a sus continuos intentos por acercarse (18-13, min 35). Cuando las cosas pueden salir mal, salen mal. Pura ley de Murphy y segunda derrota de la temporada.

Minutos de hacer la ‘goma’, pero no era suficiente. Los castellanos jugaban con su ventaja con mucha comodidad (25-17, minuto 45). Nuevamente, Balenciaga ha vuelto a tirar del equipo en ataque (25-20). Sin embargo, no había remedio. El Logroño ha tenido que arriesgar y fruto de ello, ha jugado con la portería vacía. Una circunstancia que su rival no ha perdonado, sentenciando definitivamente el partido (29-22, minuto 52).

A partir de ahí, los últimos minutos han sido un auténtico quiero y no puedo para los visitantes. Tenían ganas, pero nunca se han metido de lleno en la disputa de partido. Miguel Martínez (8/11) se ha sumado a Ugarte en la aportación goleadora, mientras que Carlos Calle, el otro portero, ha firmado un 100%. Todos los detalles en contra, todos los balones divididos en contra y una llamativa falta de intensidad en varios momentos. En definitiva, un día para olvidar. Próxima cita: visita al Villa de Aranda (sábado 17:00).

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