Octubre han entrado con paso firme en La Rioja, haciéndose notar en cada rincón de la geografía para dejar claro que el otoño ya está aquí, por si había quedado alguna duda. El cambio de armario se ha precipitado y ha tocado rescatar del fondo el abrigo y, para algún que otro friolero, también el fular, para dar la bienvenida a la borrasca Álex.
El paraguas, además, ha sido el complemento ‘must’ que no se debía olvidar en casa durante estas últimas tres jornadas. La lluvia, el viento y las bajas temperaturas han irrumpido con fuerza afectando, cómo no, al campo riojano, que se halla en plenas vendimias.
Los termómetros no han superado los 20 grados de máxima desde este viernes en la región, ni tampoco los ocho de mínima. Las nieblas matinales han acompañado a las lluvias que han caído con mayor intensidad durante las madrugadas, dejando cielos completamente encapotados que este domingo parecía comenzar a vislumbrar algún que otro rayo de sol.
Los rankings en precipitaciones se lo lleva Anguiano con 37 litros por metro cuadrado, seguido de Villoslada (27 l/m²), Valdezcaray (25 l/m²), Monte Urbaña (23 l/m²) y Moncalvillo (22 l/m²). El viento no ha hecho de menos y se ha dejado notar con furia en Valdezcaray.
Este viernes se registraban en la estación rachas récord a nivel nacional de 127 km/h y, como consecuencia, un mantito blanco sobre las laderas y unas temperaturas de 2,3 grados a primera hora de la mañana. Por encima de los cien también se encontraron Aguilar del Río Alhama (113 km/h), Ezcaray (106 km/h) y Enciso (104 km/h).
Fuente: La Rioja Meteo.
Pero, atención. Esto ha sido una borrasca que ha pillado a La Rioja (y al norte peninsular en general) debajo, pero a partir de ahora las masas de aire cambian de cartas. Comienza la semana con una leve subida de temperaturas y cielos despejados que se irán acentuando conforme avancen los días hasta alcanzar máximas de 25 grados y mínimas que no bajen de los diez u once grados. Un pronóstico que, por el momento, solo aguantará hasta el próximo viernes.
