El Rioja

Vendimias pasadas por agua: “Solo se espera que afecte ligeramente al grado”

“Solo se espera que afecte ligeramente al grado”

El campo riojano ha amanecido este viernes pasado por agua. Unas lluvias pronosticadas, pero que no han sido bien recibidas entre los viticultores que han tenido que poner en punto muerto las tijeras y vendimiadoras durante unas horas. Otros, incluso, esperarán al sábado para retomar la tarea.

El último ‘parte de kilos’ del Consejo Regulador, tras decretarse la “vendimia generalizada” a mitad de semana, señala que ya se han recogido 303 millones de kilos de uva (261 de tinta y 42 de blanca). A 1 de octubre, alrededor del setenta por ciento de la cosecha ya descansa en bodega.

Las cantidades de agua, en general, no han superado los veinte litros en la región y para muchos agricultores ha sido mayor el parón que lo que estas lluvias puedan ocasionar a las uvas. “Lo único que se va a ver ligeramente afectado es el grado alcohólico, que bajará un poco, pero por lo demás la baya se mantiene muy sana y su calidad no se va a ver alterada”, apunta Pedro Arce desde Rodezno.

En esta zona de La Rioja Alta las precipitaciones han sido muy desiguales debido al viento y este agricultor estima que las cantidades rondarán entre los ocho y los dieciocho litros. “Esto corta la campaña, pero aquí quedan pocos días de vendimia, en torno a un 40 por ciento, por lo que no veo mayor problema siempre y cuando la pluviometría no sea elevada”, añade Arce.

Unas lluvias que poco sorprenden a Darío Marín: “En la zona de Alesanco estamos acostumbrados a comenzar la campaña más adelante, así que esto no nos pilla muy por sorpresa. Pero habrá que esperar para ver la evolución de los trece litros que han caído este viernes, porque todo dependerá de cómo evolucione el tiempo”. En su caso, considera que “esta puede ser una de las vendimias más selectivas porque no todas las fincas de una misma zona van al mismo ritmo como sí sucedía en años anteriores”.

La mayoría de zonas de Rioja han superado el ecuador de la vendimia y algunas ya se acercan a la línea de meta, pero esta parada “puntual” trastoca a unas y a otras. Con unos doce litros arrojados por la zona de Hormilla, Álvaro Díaz es cauto: “Todavía estamos a 1 de octubre y la viña tiene capacidad de racionar para que la vendimia transcurra sin problemas. Esperemos que ese grado que ha perdido se recupere en cuanto levante el tiempo y la plana metabolice estas aguas”.

Entre ocho y diez litros han bañado la zona de Navarrete y Medrano, “muy poca cantidad para alterar el peso de la baya o el grado alcohólico”, asegura Álex Las Heras, “por lo que no hay preocupación en el campo. Además, el viento que ha acompañado durante la jornada ha propiciado el secado de la parra, por lo que este agricultor espera retomar la labor este sábado.

Al menos, siempre que el tiempo no se ponga en su contra, porque las previsiones no son muy amables. “Lo que sí hay es incertidumbre por cómo se van a desarrollar los próximos días, sobre todo ahora que estamos en la recta final de las vendimias”, puntualiza Las Heras, quien ha superado ya cerca del 75 por ciento de la campaña.

Eso sí, la calidad de la uva no se va a ver alterada gracias a las condiciones térmicas que se están dando en las últimas semanas: “Los contrastes de temperatura en la noche con frío son buenos para que la baya coja color”, señala Arce, “por lo que no hay riesgo de botrytis en el racimo”, añade Las Heras, quien considera que “las expectativas de calidad del fruto son inmejorables a día de hoy”.

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