Los militares regresan a La Rioja con el objetivo de contener el avance del coronavirus. A pesar de la ausencia de toda notificación oficial por parte del Gobierno autonómico, el Ministerio de Defensa ha informado este viernes de que ha solicitado su apoyo en forma de 30 rastreadores que ayuden a controlar la situación en la comunidad, un plan de ayuda que ya cuenta con el visto bueno del Ministerio de Sanidad.
Está previsto que los efectivos militares realicen la próxima semana su formación en el sistema de vigilancia epidemiológica de Salud de cara a reforzar a la Unidad Covid, integrada actualmente por un equipo de 110 personas y que se encarga del seguimiento de contactos para cortar la cadena de transmisión del coronavirus.
Según el último boletín del Ministerio de Sanidad, La Rioja duplica en incidencia acumulada (494 casos por cada cien mil habitantes) la media nacional (282,29) y en algunos de sus municipios se ha disparado por encima de los mil casos, con Rincón de Soto duplicando en incidencia a las zonas confinadas de la Comunidad de Madrid.
La aportación de la Unidad Militar de Emergencias fue clave en la primera oleada de la crisis, gracias a su labor en la desinfección de espacios públicos en general y de las residencias de personas mayores en particular. Cinco meses después de su repliegue, el Ejército vuelve a ofrecer su apoyo en la pandemia, justo el día en el que la segunda ola ya supera en casos a la primera en la región.
