La Unidad Militar de Emergencias (UME) desplegó noventa efectivos en La Rioja el pasado 15 de marzo. La pandemia de COVID-19 avanzaba por la región y hacían falta refuerzos para realizar labores de desinfección en lugares con mucha afluencia de personas (estaciones, confluencias de calles, cajeros…), aunque su labor se centró pronto en los centros de salud y las residencias de mayores. Ahora comienza su repliegue.
Bajo la coordinación del “mando único” liderado por el director general de Salud Pública, Enrique Ramalle, la UME clasificó las residencias en función de los contagios sufridos por cada una, su número de trabajadores, estructura y características propias. Había tres colores: rojo, verde y amarillo. Hasta la fecha, 187 ancianos de residencias han fallecido a causa de la pandemia y alrededor de mil han resultado contagios (66 por ciento están sanos).
“El mando único ha coordinado la gestión de las residencias, la atención sanitaria, el equipamiento de materiales y la sectorización de los centros. En paralelo, se ha finalizado la primera oleada de pruebas a residentes y trabajadores”, ha explicado la consejera de Salud, Sara Alba, anunciando una nueva etapa que comienza este miércoles y que finaliza con el citado mando único que arrancó el pasado 6 de abril.
“La UME inicia hoy su repliegue y da paso a otras unidades. Desde aquí nuestro sincero agradecimiento al trabajo realizado, una tarea compleja que han resuelto de forma excepcional”, ha añadido. El nuevo equipo que coordinará las residencias de mayores estará encabezado por Santiago Urizarna (Servicios Sociales), Jorge Mínguez (Sanidad), Daniel Carrillo (Presidencia) y otra persona a determinar por la Delegación del Gobierno.
“Este plan está sujeto a conversación y concreción en los consejos interterritoriales de los próximos días”, ha detallado Alba.
