Hay una fecha clave en nuestro calendario del 2020: 27 de febrero. La Rioja alcanzó ese día la tasa de disparo (cinco casos por cada 100.000 habitantes) y comenzó la fase de ascenso de la pandemia de COVID-19. Fue la segunda región en hacerlo, tras haberse alcanzado en Madrid tres días antes. Sólo dos días más tarde, el País Vasco ocupaba la tercera posición de este triste podio. A partir de ahí, más o menos ya conoces lo que ha ocurrido en la comunidad.
Así lo recoge el estudio ‘Factores de difusión COVID-19 en España’, financiado por el Instituto de Salud Carlos III. Este también refleja que La Rioja es la comunidad que más días tardó en alcanzar su pico máximo (20 de marzo) con un total de veintidós. Más de tres semanas con la curva subiendo y subiendo hasta los 193 casos en un sólo día, según los datos recogidos por la Red Nacional de Vigilancia Epidemiológica (RENAVE) por fecha de inicio de síntomas. La duración media de la tendencia de la curva de ascenso en el resto de comunidades ha sido de dieciséis días.
Los resultados del análisis han identificado cinco factores que han tenido un papel importante a la hora de marcar la velocidad de ascenso de la pandemia en las comunidades. Los factores ligados al movimiento, tanto interno como externo desde Madrid y el País Vasco. El otro aspecto a tener en cuenta son las plazas en residencias por cada 100 mayores de setenta años y el porcentaje de personal sanitario infectado.
En el caso de La Rioja, los factores de riesgo por la movilidad son los más importantes. Y entre ellos, la intensidad del riesgo infectivo de movilidad externa desde País Vasco un poco superior. De hecho, más de 10.000 personas cruzan cada día la frontera entre ambas comunidades para trabajar al otro lado del Ebro. El resto de factores presentan una intensidad moderada-baja.
La Rioja, por el momento, tiene sólo cinco brotes activos sin gran relevancia: 25 contagios en ellos. En la última semana, se han registrado un total de 48 casos positivos.
Sin embargo, el avance del coronavirus sigue implacable en el País Vasco. La consejera de Salud, Nekane Murga, ha mostrado su preocupación y ha planteado que podemos estar ante el “inicio de una segunda oleada”. Sólo este sábado se sumaron 123 nuevos casos y en la última semana se han registrado 886 nuevos positivos en Euskadi. Murga ha anunciado nuevas restricciones para el ocio nocturno, como ya hiciera Navarra, ya que la mayor parte de los contagios están relacionados con el ocio y reuniones familiares numerosas.
Conclusiones nacionales
Los resultados por comunidades muestran las distintas intensidades del efecto de los cinco factores relevantes del modelo para toda España. El análisis ha agrupado las comunidades en función de su similitud en los efectos de los factores.
El primer grupo está compuesto por la Comunidad de Madrid y Cataluña, donde el principal factor ha sido el riesgo infectivo de la movilidad interna, es decir la movilidad de la población cuando ya existía transmisión local, seguido del porcentaje de sanitarios infectados entre los casos.
El segundo grupo lo forman Castilla la Mancha, Castilla y León, Comunidad Valenciana, Navarra y Galicia. En este grupo parece que tienen más peso los factores de porcentajes de sanitarios infectados y plazas de residencia por cada cien personas de más de setenta años.
Por último, el resto de comunidades donde los efectos de los factores han sido de moderados a bajos.
