La mayor flexibilidad del mercado laboral que se da actualmente, conlleva, entre otras cosas, la intensificación de la movilidad geográfica. Es más, la adaptación del trabajador a este cambio de residencia supone un valor en alza en el mercado laboral actual.
En 2019 un 2,6 por ciento de los ocupados de La Rioja han cambiado de domicilio hace menos de un año. De ellos, el 47,2 por ciento lo ha hecho dentro de la propia comunidad; el 24,6 por ciento se ha trasladado a otra ciudad española; y el 9,8 por ciento ha salido al extranjero, mientras que el 32,3 de los empleados nunca han cambiado de residencia respecto al municipio de nacimiento.
En cifras más representativas, La Rioja cuenta con un total de contratos registrados de 174.322 de los que 130.875 trabajan en la comunidad, 43.447 llegan a trabajar desde otras regiones y 49.830 salen de la provincia para tener su empleo.
El grupo de edad mayoritario que protagoniza estas tasas de movilidad es el que aglutina las personas de entre treinta y 45 años, con un nivel de estudios primarios o sin acreditar y en su mayoría españoles que trabajan en el sector de la agricultura.
Estos valores de movilidad laboral y geográfica se concentran, sobre todo, en dos destinos, Navarra y País Vasco, que suponen conjuntamente un 75 por ciento del total, seguidos muy de lejos de Madrid.
Quienes salen en dirección Navarra, 24.909, lo hacen buscando empleo en el sector industrial principalmente, mientras que los que viajan hacia el País Vasco, 10.745, buscan trabajo en el área de servicios.
