El afán por que la ‘nueva normalidad’ se parezca al menos un poquito a la situación previa a la irrupción de la pandemia no entiende de fronteras. Y si la hostelería ha sido uno de los sectores más golpeado por la emergencia sanitaria en España, ‘allende los mares’ la situación no es demasiado distinta, aunque con matices.
Así lo asegura, al menos, el riojano Abel Lusa, uno de los rostros más reconocibles de la restauración en Londres. No en vano, en el circuito del tenis profesional se le conoce como ‘el verdadero rey de Wimbledon’ por lo concurrido de su ‘Cambio de tercio’ mientras se disputa el torneo sobre hierba natural más prestigioso del planeta, donde es habitual verle en la señal televisiva siguiendo los partidos desde uno de los palcos ‘VIP’.
El ezcarayense es, en definitiva, un referente gastronómico en Londres, donde regenta cuatro restaurantes que también han acusado el ‘parón’ por el coronavirus. En cambio, el empresario riojano asegura que ha tenido “mucha suerte” con los arrendadores de sus locales, que han entendido la situación y han puesto de su parte para que la actividad económica recupere la normalidad cuanto antes.
“Aquí el mensaje no es que hay que ayudar al trabajador, sino que hay que ayudar a las empresas para que no se quede nadie en la calle, que al final es lo mismo pero tiene mucha más fuerza”, señala Lusa, que asegura que en Inglaterra “las leyes las ha hecho alguien que sabe de hostelería”. No en vano, el empresario riojano calcula que las ayudas de la Administración a su sector le han permitido ahorrar 190.000 libras (el equivalente a más de 210.000 euros) en gastos.
Abel Lusa es de quienes han puesto buena cara al mal tiempo y se han tomado la crisis como una oportunidad para recuperar el tiempo perdido. Así, ha optado por cerrar todos sus restaurantes y dedicar más tiempo a la familia: “¡He quemado una Thermomix cocinando en casa!”.
La salida de la crisis será desigual, también en Inglaterra: “Nosotros somos optimistas, porque estamos en un buen barrio (Chelsea) y llevamos toda la vida trabajando. La gente tiene ganas de salir a la calle, pero lo hará poco a poco y acudiendo a lo que conoce y donde le conocen”. “Va a ser complicado para los que han abierto un restaurante hace poco y aún no tienen clientela”, valora el propietario de ‘Cambio de tercio’, quien cree que “sin más ayudas que las del Gobierno, muchos locales cerrarán en enero”.
