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La histórica anomalía riojana de un paraíso sin goles

El sociólogo Sergio Andrés Cabello: "Para el ser humano uno de sus mecanismos naturales es volver al lugar donde se encontraba cómodo y a gusto”. Así fue el viejo Las Gaunas y así comienza a ser en el nuevo.

Dicen que La Rioja es un pequeño paraíso. Un paraíso… sin goles. Un paraíso sin goles en el futbol profesional en las últimas dos décadas, que es, año arriba año abajo, el tiempo que lleva el fútbol masculino riojano sin jugar entre los mejores equipos de España.

Así que “en Logroño no hay tranvía, tampoco goles en Primera ni en Segunda… pero hay Universidad”, tal y como reza, más o menos, el famoso himno local. Y a la Universidad recurrimos para ver si aprendemos algo nuevo. Porque ya son más de veinte años sin fútbol profesional en La Rioja. Es una anomalía. Ninguna otra Comunidad Autónoma ha padecido semejante orfandad futbolística en este siglo XXI.

Son más de veinte años sin fútbol profesional en La Rioja. Es la pérdida de una generación. Es la ausencia de una grada. Es caer en la invisibilidad deportiva. Es un abandono total. La Rioja vacía… también en el deporte rey.

Y en estos más de veinte años, Sergio Andrés Cabello, doctor en Sociología por la Universidad de La Rioja, reconoce que “el fútbol regional ha dejado de ser un tema de conversación cotidiano, desaparece la cotidianidad y todo ese universo simbólico que se genera alrededor del fútbol local. Con el Club Deportivo Logroñés vivimos un fenómeno sociológico realmente interesante: es como si todo el mundo decidiera dejar de hablar de eso porque resultaba demasiado duro”. El olvido.

Partido jugado esta temporada ante el Salamanca CF. Eduardo del Campo

Sabe de lo que habla. Ha seguido de cerca, también en primera persona, este proceso, desde lo que fue el Club Deportivo Logroñés hasta lo que comienza a barruntarse que puede ser la Unión Deportiva Logroñés; y todo lo que ha venido sucediendo de por medio durante estos últimos treinta años en el fútbol riojano: éxito, caída, recuperación, caída de nuevo, hundimiento, última oportunidad, pérdida de credibilidad, desaparición, hartazgo, puesta en marcha de dos proyectos, división, duelo, luto, distanciamiento, olvido… buenos y malos resultados, superación, resultados, pasa el tiempo, y al calor de los buenos resultados como que a la gente le vuelve “a picar el gusanillo”, indica Cabello.

Ha existido en La Rioja, y sobre todo en Logroño, un sentimiento de nostalgia muy profundo hacia lo que fue el Club Deportivo Logroñés. No hay duda de ello. Gente que no ha vuelto a pisar Las Gaunas desde el siglo pasado. Para Andrés Cabello es un sentimiento de lo más humano. “Como personas somos nostálgicos. Yo lo soy”. Lo ha sido con esto del fútbol, lo explica: “Para muchas generaciones el CD Logroñés fue una parte fundamental de nuestras vidas. Fue algo cotidiano. Significó un punto muy importante para una región como la nuestra, en la cual te das cuenta de que tienes un equipo de fútbol y que cada quince días se repiten unos ritos como el de ir al campo. Esto cala profundamente en unas generaciones para las que el ascenso del Club Deportivo Logroñés es una parte muy importante de su biografía”. Vivir un ascenso es un hecho histórico, y como tal “el Club Deportivo Logroñés impactó de una forma tan fuerte que cuando todo se acaba, cuando llega la desaparición genera un ‘shock’ tan fuerte que la respuesta de la mayoría de la gente es no querer saber nada más del fútbol y no querer volver al fútbol regional nunca más”.

¿Un ‘shock’ de veinte años de duración? “Sí, sí, un ‘shock’ de veinte años”. Porque el proceso de defunción del histórico fue traumático y muy doloroso. “Hay que recordar que el propio Club Deportivo Logroñés no generó nada de confianza en sus años finales”. Y lo nuevo solo hereda lo malo: “Los proyectos nuevos tienen caminos realmente complicados, por lo que entrar a apoyarlos directamente es muy complicado porque la gente está cansada”. El proceso de recuperación del ánimo hacia el fútbol local se topa con el problema de la orfandad: “Las nuevas generaciones no han vivido el fútbol regional. Han crecido viendo por la televisión el fútbol nacional e internacional, y no el de su región porque apenas existía”. Un drama en lo deportivo “que ha durado tanto porque ha sido un mecanismo de autodefensa”.

Sergio Andrés Cabello tiene claro que “hemos perdido una generación que no ha podido disfrutar con los éxitos del equipo de fútbol de su región”. Pero no es una guerra perdida. “Esto se puede recuperar”. El deporte se cura con buenos resultados. “Al final la senda del triunfo te lleva por este camino en el que te encuentras con un escenario nuevo”, que es lo que parece está comenzando a pasar. “A los niños ahora le pones un vídeo de aquella General del viejo Las Gaunas y les parecerá muy bien, pero para ellos esas imágenes nos significan nada”. Existe una explicación sociológica que explica Andrés Cabello: “Debemos tener en cuenta que ellos van a ver a la Unión Deportiva Logroñés, o a cualquier otro equipo, sin esa reminiscencia del pasado. Y éste es un buen punto de partida sobre el que construir algo. Por mucho que haya cambiado el fútbol, por mucho que sea un modelo más capitalizado, los sentimientos se basan en identidades, en generar identidades colectivas. Eso no se inventa de la noche a la mañana, y requiere de muchas energías, por eso ha costado tanto”.

Poco a poco la General de Las Gaunas se va recuperando, esta foto es del encuentro del pasado domingo.

Está costando mucho que esta ciudad y que La Rioja vuelvan al fútbol; que cojan sus bártulos y a sus hijos y que cada quince días vayan a Las Gaunas. Recuperar lo que todo niño de los setenta y ochenta conserva como uno de sus mejores recuerdos de infancia: ir al fútbol con los padres. “Tú quieres volver. Tienes ese recuerdo y te pica el gusanillo. Sabes que ya no es el Club Deportivo Logroñés. Será otra cosa, pero al calor de los buenos resultados, te pica el gusanillo”, señala Andrés Cabello. Y algo así está pasando: “Es entonces cuando el elemento de la nostalgia empieza a operar en un sentido positivo, porque esto ya lo has vivido y ahí es donde tú tratas de vincularte de nuevo”. Sociología en vena: “Porque para el ser humano uno de sus mecanismos naturales es volver al lugar donde se encontraba cómodo y a gusto”.

Todos sabemos que “no es el Club Deportivo Logroñés pero mucha gente quiere volver a un espacio que conoce porque ya lo ha vivido, y sabe que se lo pasaba muy bien; un lugar en el que tanto disfrutaba”. Es lo que se conoce como volverse a emocionar con el fútbol local: “Y así Las Gaunas vuelven a mostrarse como un lugar donde construir algo realmente importante”. Andrés Cabello tiene muy claro que “no se trata de patrimonializar el legado del Club Deportivo Logroñés; esto es otra cosa, pero con los buenos resultados todo es posible”.

Pero resulta que no hay posibilidad de abandonar el luto sin la percepción de que existen importantes perspectivas de futuro. Y Sergio Andrés Cabello pone el caso del Villarreal como paradigma de algo nuevo que tiene éxito. “Y la sociedad riojana -la económica, la cultural, la política, la deportiva- debe fijarse un poco en la trayectoria y en la trascendencia que pueden tener este tipo de equipos porque hemos visto muchos casos. El Club Deportivo Logroñés, con sus deudas y sus historias, está bien desaparecido, como ciudadano no quiero que nadie pague con dinero público viejas deudas del fútbol”.

Y nos plantamos en este 2020, con Las Gaunas superando al calor de los buenos resultados y unas cuantas buenas promociones los 6.000 espectadores de media. Pero no sólo es por esto, según Sergio Andrés Cabello: “En estos momentos se está produciendo un proceso muy interesante y que vamos a poder seguir muy de cerca. Y es ver cómo la Unión Deportiva Logroñés está calando en la sociedad riojana. He ido al campo un par de veces, y se pueden ver banderas con muchos nombres de localidades de fuera de Logroño, de otros puntos de La Rioja, lo que demuestra que la gente está percibiendo que este proyecto no es solo de Logroño sino de toda La Rioja”. Uno de los valores más importantes y que más debe conservar y proteger la Unión Deportiva Logroñés.

La conclusión es saber si hemos sido menos región por la no existencia de un equipo de fútbol en estos veinte años que nos represente en la élite del deporte rey. Y Sergio Andrés Cabello es tajante: “No, hay muchas más cosas. Pero la trascendencia que tiene el fútbol en nuestra sociedad es incuestionable. Es imposible competir con el fútbol masculino en cuanto audiencias”. Sabe que “una región se construye con muchos elementos diferentes, y debemos recordar que el Club Deportivo Logroñés en su momento desempeñó un papel muy importante en esta construcción a nivel de visibilidad, de identidad y de imagen… Aunque luego todo se hundiera”. Y “ahora” es “un momento distinto en donde todos debemos comprender qué puede hacer un equipo de fútbol por la región; y donde la Unión Deportiva Logroñés también debe aprender de los errores que cometió en su momento el Club Deportivo Logroñés para no volver a cometerlos”.

Para pasar a ser también un paraíso con goles, que ya va siendo hora. Cambiar el negro del luto por el blanco y rojo del fútbol.

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