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La ‘gran familia’ blanquirroja, más numerosa que nunca

Pasan los años, pasan los jugadores… y la afición de la UD Logroñés siempre sigue ahí, cada vez en mayor número. El equipo crece, se hace mayor y ha pasado de ser uno más a luchar por ser el mejor. Esta circunstancia se hizo patente en Tudela. Pese a ser un encuentro como otro cualquiera, 1.100 aficionados viajaron hacia tierras navarras, fabricando así uno de los mayores desplazamientos del conjunto blanquirrojo. Y es que hace tiempo que la pasión ha traspasado las fronteras de la capital riojana para dispersarse por los siete valles.

No es habitual que la hinchada blanquirroja supere el millar, aunque sí lo ha hecho en algunas ocasiones. En Calahorra y en Haro, la cercanía y la rivalidad regional impulsaron a muchos a vivir una fiesta. En Miranda de Ebro, la ocasión lo merecía el 14 de abril de 2018. El equipo se jugaba sus opciones de playoff y su hinchada llenó un fondo entero de Anduva, aunque Cervero acabó con los sueños riojanos. Estella o Tafalla, a solo media hora de Logroño y La Rioja Baja, también suelen ser unos destinos concurridos para la masa blanquirroja. Todo ello, en una temporada en la que las asistencias a Las Gaunas también están batiendo todos los registros de la entidad.

Afición riojana en el Cultural Leonesa-UD Logroñés.

Otras citas que congregaron un gran número de aficionados fueron los playoffs de ascenso. En la temporada pasada, 300 viajaron a Badajoz y 500 se animaron a ir al campo del Hércules en segunda ronda. En 2015, más de 200 hinchas viajaron a Torrent, una palabra maldita en el imaginario blanquirrojo, como Formentera. Y en 2016, 250 festejaron el tanto de Iker Alegre en Villarreal. Y 300 acudieron a las instalaciones del Sevilla para intentar llevarse un alegrón. No ocurrió.

Y otra cita célebre fueron los ‘400 de Sestao’ (5 de marzo de 2017). La UD Logroñés llegó a aquella cita sumida en uno de los peores momentos de la historia. Con Rafa Berges en el banquillo, el equipo era decimoquinto (31 puntos), con la misma puntuación que el Socuéllamos, situado en promoción de descenso. Por ello, Félix Revuelta costeó el viaje a Sestao. Siete autobuses llegaron a Las Llanas y crearon un ambiente espectacular. César Caneda completó la fiesta con su testarazo, resucitando a un equipo que coqueteaba demasiado con el abismo.

 

La sensación es que lo mejor está por llegar. Restan trece jornadas para el final del campeonato regular y todavía queda rendir visita a equipos como el Burgos, el Arenas de Getxo, el Real Unión o la Real Sociedad B. Quizá en uno de esos lugares se vuelva a superar el millar de visitantes. Y en una hipotética ronda de campeones, la cifra puede dispararse todavía más. Pero eso solo lo dirá el futuro.

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