Las futbolistas de la Primera Iberdrola se van a la huelga. Tras más de año y medio de negociación por un convenio colectivo, las futbolistas han tomado esta drástica medida. Sus principales reinvidicaciones son las siguientes: 75% de mutualidad (jornada de 30 horas), un salario mínimo, derecho a paro y vacaciones, protocolo de embarazo y compensación por lesiones. Este lunes, la patronal y el sindicato de futbolistas han hecho un último intento para llegar a un acuerdo, algo que finalmente no ha llegado.
“Finalizado el acto de conciliación celebrado en la sede del Servicio Interconfederal de Mediación y Arbitraje (Fundación SIMA), no ha habido acuerdo con la Asociación de Clubes de Fútbol Femenino y, por lo tanto, se mantiene la convocatoria de huelga indefinida de partidos de las futbolistas de Primera División, que comenzará el fin de semana del 16-17 de noviembre”, ha expresado la AFE (Asociación de Futbolistas Españoles), mediante un comunicado.
Confirmada ya la distensión entre ambas partes, el paro será indefinido y comenzará el fin de semana del 16 y 17 de noviembre, coincidiendo con el Deportivo de la Coruña-EDF. Por tanto, la próxima jornada se disputará con normalidad y el EDF Logroño recibirá al Madrid en Las Gaunas (sábado, 11 horas). Posteriormente, todas las jugadoras se pondrán en huelga de partidos, es decir el duelo contra el conjunto gallego no se disputará. Seguirán entrenando, pero no jugarán ningún duelo más de Primera División.
Una de las claves de este conflicto está en la cantidad de horas no pagadas que afrontan las jugadoras. En el actual acuerdo, los viajes no cuentan como horas trabajadas. Aunque las riojanas viajen hacia Granadilla (Tenerife) o La Coruña (su próxima salida), lo único que contabilizan son las dos horas que dura cada encuentro, aunque en el desplazamiento inviertan más horas que las que contempla su jornada semanal. Una situación que ‘Chini’, jugadora del club, ha querido denunciar en ‘Minuto 90’ de TVR: “Sales el sábado, vuelves el domingo, pero no te cuenta nada más”.
Jade también se ha expresado en el mismo espacio, exigiendo una mejor atención en caso de lesiones: “No tenemos seguro, tenemos que ir a la mutualidad de trabajadores y ahí cobramos un 30 por ciento menos que el sueldo normal”. La vallisoletana ha remarcado su posición: “Es una forma de reinvidicarnos porque no nos queda más remedio. Una cosa es reinvidicarse y otra es faltar el respeto al club que da de comer”. “Ojalá no tengamos que parar”, termina.
El club no lo ve tan claro
Iván Antoñanzas, presidente de la entidad, fue tajante la semana pasada en la sintonía de Radio Rioja Cadena SER: “Son unas condiciones mínimas que nuestro club no puede afrontar por inviables”. Para poder llegar a un acuerdo, las veintiuna jugadoras deberían pasar de 20 a 30 horas semanales. Y para el directivo, se antoja imposible: “Son 150.000 euros que no tenemos. Si esto se firmara, nuestro club estaría abocado a la desaparición, no sé si ahora o a final de temporada”.
