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La UD Logroñés vence al Real Unión y bate su récord de victorias

La UD Logroñés ha vencido al Real Unión (3-2) y alcanza las siete victorias consecutivas, su récord histórico. Nada es fácil en esta Segunda División B, ni siquiera para un equipo tocado ahora mismo por una varita mágica. En un derroche de talento individual, el ‘gauner’ ha podido celebrar una gran vaselina, un enorme cabezazo y una falta soberbia. Detalles de calidad que marcan la diferencia entre equipos buenos y los campeones. 21 puntos seguidos, se dice pronto.

Tormenta blanquirroja en el césped en los primeros veinte minutos. Los riojanos han ido directamente a por el rival. Rayco avisa y Roni golpea. Minuto cuatro, pase de Iago López y vaselina del asturiano a las mallas. Todo de cara al primer instante, una primavera eterna para los logroñeses, a los que todo les estaba saliendo bien. Saben responder a todo los de Sergio Rodríguez; incluso a un precioso golazo de Jorge Galán de falta directa. 1-1 temporal, que no iba a durar mucho…

Seis minutos ha tardado en deshacer el equilibrio el conjunto local. Centro de Iñaki y escorzo de Rayco a la misma escuadra. Omnipresente el de Calahorra, que suma otra asistencia a su notable temporada. Todo parecía controlado, pero nada más lejos de la realidad. El Real Unión engaña a simple vista: es un lobo con piel de cordero. Ritmo lento, juego pausado, pero máxima efectividad. Etxaburu ha obligado a Miño a sacar una enorme manopla. Y al filo del descanso, Sola ha rematado de cabeza un gran envío de Jorge Galán. 2-2, en gran parte gracias a las paradas de Irazusta.

Paso por vestuarios y los irundarras han saltado con menos complejos al terreno de juego, forzando saques de esquina y estando cerca del 2-3. Y entre medias, un arbitraje cuanto menos discutible. La primavera se había transformado en un día gris. La baja de Errasti, lesionado en el calentamiento, ha afectado sin duda al centro del campo del equipo. Olaetxea es un genio, pero a Jon no hay quien le gane en la destrucción. Tampoco iba a importar eso, este equipo supera todos los obstáculos. Y el balón parado es la mejor medicina para resolver partidos trabados.

Falta a unos veinticinco metros de la meta rival. La coloca Iñaki, la mima y la manda a la escuadra, allí donde habitan las telarañas. 3-2 y todo a favor otra vez, pero quedaba remar muchísimo. Andy ha podido sentenciar, pero la ha mandado al poste. También Ander Vitoria y Rubén Martínez, pero no lo han hecho. Tocaba sufrir una oleada visitante. Tres oportunidades clarísimas, que otras temporadas solían entrar. Pero esta vez no, esta vez es diferente. Y llega el duelo en la cumbre ante el otro líder, el Bilbao Athletic (domingo, 11:00 horas). Ilusión en todo lo alto.

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