La Rioja

El Estatuto de autonomía de La Rioja: qué es y para qué sirve

Hay que vivir muy al margen de la información para no haber escuchado o leído en los últimos años nada sobre Estatutos. Quien más, quien menos, tiene la percepción de que un Estatuto supone el documento ‘nodriza’ de una organización, pero ¿sabemos realmente qué es y para qué sirve? Por si acaso te queda alguna duda, vamos a intentar explicártelo ‘en román paladino’.

Para que todos nos entendamos, el Estatuto es a La Rioja lo que la Constitución a España: la gran ‘Ley de Leyes’ que establece el marco jurídico nuclear. El Parlamento autonómico tiene potestad para legislar cuestiones concretas, pero siempre respetando los preceptos que recoge el Estatuto.

Así, el Estatuto de La Rioja define las cuestiones ‘innegociable’ de la Comunidad (establece los límites territoriales, que Logroño es la capital, los símbolos autonómicos y ‘acota’ el sentido de la identidad riojana). Pero, sobre todo, concreta las áreas en las que se extiende su autogobierno: ámbitos en los que el Parlamento tiene competencias para legislar con la única condición de no vulnerar Leyes superiores en jerarquía como la Constitución o las directivas de la Comunidad Europea.

Estas áreas de autogobierno son diez: comercio interior, turismo territorial, obras públicas (en el propio territorio); agricultura, caza y pesca; vivienda; investigación y cultura; deporte, servicios sociales, medio ambiente y sanidad. Y todas ellas se articulan mediante los órganos institucionales, como son el Parlamento y el Gobierno de La Rioja, delimitando las competencias del Tribunal Superior de Justicia de La Rioja.

La última reforma del Estatuto, aprobada por el Parlamento en el pleno extraordinario celebrado el pasado 11 de abril en San Millán de la Cogolla, incorpora nuevas disposiciones que perfeccionan estos instrumentos de autogobierno, mejoran el funcionamiento institucional, acogen nuevos derechos para protege a los ciudadanos y amplía nuevos espacios de competencias.

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