El Sereno

Ojo con aparcar mal en Logroño: los ‘Conejos Justicieros’ están al acecho

Te ha vuelto a ocurrir. Tu sentido arácnido de la puntualidad está atrofiado y el toro te ha pillado como a ese banderillero que duda en plena carrera. “¿Y dónde aparco yo ahora? Bah, aquí mismo”, te dices. Y así, una vez más, has vuelto a estacionar en doble fila. Nada nuevo bajo la luna. No, al menos, en Logroño.

El caso es que después de una noche jaranera como la de este sábado hay un pensamiento que te atormenta el subconsciente. “¿Me habrán multado? No, ¿verdad? Por la noche no multan”. Y llevas razón. Cuando llegues a tu vehículo, que abandonaste de aquella manera en el parking del Revellín, no te vas a encontrar la ‘receta’.

Respiras aliviado por un momento. A lo lejos ves algo sobre la luna de tu coche. No es una multa, pero aprecias un papel y… “¡Santo Dios! ¡Un cadáver!”. Echas un vistazo a lado y lado pero no hay nadie a tu alrededor. Avanzas temeroso, con una sinfonía de violines tocando ‘in crescendo’ en tu mente, y descubres lo que en su día fue un vivaracho animalito saltarín: es un conejo muerto.

Acto seguido aciertas a leer el contenido de la nota. Inquietud y preocupación: “Por aparcar mal. #Conejos Justicieros”. Entonces una gota de sudor frío recorre tu espalda. Más aún cuando te acuerdas de ‘El Padrino’, de Jack Woltz y de la cabeza de caballo en su cama. Solo te asalta una última duda: ¿qué hacer con el conejo? Mientras decides si lo guardas para el arroz o lo dejas en el sitio, hay una cosa que te ha quedado clara. No volverás a aparcar en doble fila. Quién sabe si los ‘Conejos Justicieros’ siguen al acecho.

 

*Puedes enviar cualquier ‘denuncia’ o curiosidad para la sección ‘El Sereno de NueveCuatroUno’ a través del correo electrónico o al WhatsApp 600830812.

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