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El ‘9-4-1’ del partido: Más intensos que acertados los 14 blanquirrojos

Miguel (bien): No pudo intervenir en el tanto de Ubis en un remate a bocajarro. El resto del partido lo vio ‘cómodamente’ desde la portería.

Juan Iglesias (aprobado): Intenso, fuerte, veloz… pero impreciso en lo ofensivo. Serio, contundente y ordenado en lo defensivo. Le tomó bien la medida a Carralero, sobre todo con el paso de lo minutos.

Caneda (bien): Acabó lesionado por un choque de Ubis contra la rodilla izquierda del veterano central alavés. Siguió unos minutos sobre el césped, pero no pudo continuar. Vio la quinta amarilla cuando estaba en el banquillo.

Bobadilla (bien): No cometió errores. Pero le pasó factura el derbi porque lo jugó algo más revolucionado que de costumbre. Se dejó llevar por las emociones típicas de un derbi local.

Iñaki (aprobado): Comenzó mucho peor de lo que acabó. En la segunda parte, bajo la grada de preferencia se le notó mucho más seguro, más en el lugar que ocupa un jugador superior. Sin embargo, en la primera parte, hasta la media hora estuvo un tanto superado por los acontecimientos de una presión ambiental que logró sacarle por momentos del encuentro. Y el Calahorra lo aprovechó.

Andy Rodríguez (bien): De los pocos jugadores que supo mantener la calma en medio de la batalla. Equilibró el centro del campo, y puso contención y algo más de ritmo y creación. Acabó como central zurdo por la lesión de Caneda. Sergio Rodríguez lo explicó en sala de prensa: “Había que reforzar el centro del campo, por eso he elegido a Remón en lugar de a Mikel Santamaría”.

Carles Salvador (aprobado): Mal primer tiempo. Y si no juega Salvador no lo hace su equipo. Fue ganando peso en el juego y la Unión Deportiva Logroñés mejoró en sus prestaciones. Pero esta vez no fue suficiente.

Víctor López (bien): Generoso como siempre en el esfuerzo. Lo dio todo, no se dejó nada. Insistió, primero, por la banda derecha, y, luego, como segundo punta. Pero volvió a pecar de ese desacierto en la toma de la última decisión. Le falta ese punto para dar ese salto que puede ser decisivo en su crecimiento.

Ñoño (aprobado): Otro de los jugadores que se dejó seducir por el contacto directo de la grada con su equipo. Jugó a flor de piel, y perdió la capacidad para tomar las decisiones más acertadas. Se fue con el alma a por el partido, y no le sacó rendimiento a la correcta toma de decisiones.

Lander Olaetxea (notable): Le dio para estar sobre el terreno de juego hasta el minuto 70. Hay que recordar que viene una lesión de rodilla importante. Llegó hasta el 70, y sin duda el arranque de la segunda parte fue realmente interesante, se volvió a ver la mejor versión de Lander Olaetxea. Generoso en el esfuerzo, fuerte en la presión, rápido en la toma de decisiones, disciplinado, creativo…

Marcos André (notable): Trabajó como siempre, y acertó como hacía tiempo que no conseguía. Se ha quitado un peso de encima.

Rubén Martínez (aprobado): Fue suplente porque estuvo toda la semana entre algodones. Jugó a partir del 70. Y se equivocó. No supo leer desde el banquillo lo que necesitaba el equipo. Salió más enrabietado que incluso los que estaban sobre el césped, y Yasín Iribarren supo calentarle aún más. Se introdujo en la guerra de guerrillas de un derbi y perdió de vista la pelota y el juego.

Rayco (suspenso): No aportó nada al colectivo desde su salida al terreno de juego. Lo mejor, que está de vuelta, con tiempo suficiente para solventar una temporada de momento muy discreta por la lesiones.

César Remón (—): Salió en sustitución de Caneda por lesión.

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