Firmas

Nuestro particular tour de Francia a la riojana

A todos aquellos que dicen que una etapa del Tour de Francia en TVE es lo mejor que conocen para echarse la siesta, les invitaba yo a seguir una sesión de mi querido Parlamento de La Rioja desde el sofá de casa. Podríamos hacer la prueba cronómetro en mano. Cada sesión es como una salida neutralizada que nunca arranca. Un paseo hacia ningún lugar. Y como esos recorridos de 215 kilómetros de la ronda gala en los que nunca pasa nada hasta que llegan los últimos metros, nuestra legislatura tendrá su propio sprint final en mayo con las elecciones.

El caso es que ahora nadie quiere gastar fuerzas hasta las próximas semanas. Tensa espera y falsa calma hasta después de Navidad. Una vez pasen las fiestas en las que todos somos mejores personas que ahora, fuego a discreción. Pueblo a pueblo. El PP lleva al resto de partidos como el Sky al pelotón. Trenecito azul. El líder con el maillot amarillo (en este caso, José Ignacio Ceniceros), protegido entre el resto del equipo (en este caso, diputados y consejeros) para librarle de cualquier percance. A evitar: caídas, isletas, abanicos, avituallamientos…

El pelotón sabe que no es el momento del espectáculo. Por mucho que se empeñen en teatralizarlo, no les sale. Los Alpes, Los Pirineos, el Macizo Central… siempre dictan sentencia, como las urnas. Así que en esas estamos. Yo reconozco que he tirado la toalla hace semanas. No espero nada para no decepcionarme. También los periodistas tenemos que guardar fuerzas para lo que se nos viene: primarias del PSOE en Logroño, primarias de Podemos (un minuto de silencio por Germán Cantabrana y Ana Carmen Sainz), primarias de Ciudadanos, primarias de Cambia Logroño… y la guinda del pastel: el futuro azul de la capital riojana, esa ciudad tan cuca que quieren barrer con escoba.

Quizás por eso, lo más interesante de estos días en el Parlamento sea la exposición que conmemora el treinta aniversario de la inauguración del antiguo Convento de La Merced como sede de la democracia riojana. Yo ya no puedo más. Siempre se repite esta misma historia y ya no puedo más. Estoy harto de rodar como una noria. Vivir así es morir de amor.

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