Logroño ha sido uno más de los lugares de España donde la indignación se ha hecho patente este jueves, tras conocerse la sentencia en el juicio de ‘La Manada’ por la que se condena a cinco jóvenes a una pena de nueve años de prisión para cada uno por abuso sexual continuado y no por violación. Contrariamente al dictamen de los tres jueces de la Audiencia de Navarra, un grito deja clara la sentencia que ha dictado la calle: “No es un abuso, es violación”.
Y una otra vez se ha repetido esa máxima para que quede claro que los colectivos feministas, junto a numerosos ciudadanos, no se van a conformar con la sentencia emitida en una jornada que ha acabado con una convocatoria de urgencia para salir a las calles: “Parece que se juzga el comportamiento de ellas, el cómo nos vestimos, si bebemos o la hora en la que estamos por ahí, pero está claro que no se ha juzgado el hecho delictivo”.
Alrededor de un millar de personas se han concentrado frente al Palacio de Justicia de La Rioja. La concentración se ha iniciado en la calle Murrieta, aunque cerca de media hora más tarde se ha convertido en una manifestación que ha discurrido por la Gran Vía hasta llegar a la Concha de El Espolón alrededor de las 22 horas.
“Qué bonito ver a toda esta gente aquí”, comentaba una mujer, al tiempo que las organizadoras se congratulaban por el éxito de convocatoria en tiempo récord. “Si nos tocan a una, nos tocan a todas”. Ha vuelto a quedar clara esa fuerza del colectivo feminista, como ya ocurriera el pasado 8 de marzo, poniendo encima de la mesa un debate que intenta cambiar una cultura machista muy arraigada en nuestra sociedad.
