La Rioja

Y ellas perdieron el miedo…

Más de 10.000 personas salen a la calle en Logroño para reclamar igualdad en el Día de la Mujer

… y tomaron las calles y las plazas. Y lo gritaron a los cuatro vientos. Basta. Hasta aquí hemos llegado. Y convirtieron el 8 de marzo de 2018 en un día histórico. Con todas las letras y merecimientos. Una marea. Un tsunami que no se puede parar. “Que no, que no, que no tenemos miedo”. El feminismo ha encontrado su sitio en la sociedad logroñesa, riojana y española. Lección de movilización al mundo sobre los adoquines de nuestros barrios.

La igualdad como objetivo. Sólo eso. Algo tan simple y tan sencillo que históricamente se ha negado a casi la mitad de la población. “Igual trabajo, igual salario”. Y ya está. A veces, las cosas más fáciles son las más difíciles de conseguir. Pero ellas han demostrado, una vez más, como llevan haciendo desde que la raza humana existe de manera más discreta, que sí se puede. “Vamos a romper el techo de cristal”.

En Logroño, según han indicado los organizadores, cerca de 15.000 personas han salido a proclamar que la desigualdad entre hombres y mujeres está en el día a día. En casa, en el trabajo, en el salario, en el lenguaje, en el comportamiento, en la cultura social, en los puestos directivos, en el deporte, en la política… mires a donde mires, allí hay desigualdad.

“Que no, que no, que no tenemos miedo”. Y no lo tienen. Ha llegado su momento. Lo han perdido si es que alguna vez lo tuvieron. Las manifestaciones en la capital riojana han desbordado todas las expectativas y han hecho a los organizadores tener que variar el recorrido. Lo que iba a ser un pequeño ‘paseo’ desde la Glorieta del Doctor Zubía hasta la calle Sagasta, pasando por Portales se ha convertido en una marcha hasta la Gran Vía y el monumento al Labrador para desbordar a los agentes de la Policía Local, que a duras penas sabían cómo controlar el tráfico.

“Mujeres, unidas, jamás serán vencidas”. Hay que escucharles. Se lo han ganado a pulso y alguien debe tomar nota. A quien corresponda, coja papel y boli. Apunte todas sus reivindicaciones y comience a cumplirlas. Aquí van algunas: políticas feministas, políticas para la brecha salarial y la desigualdad laboral, así como la corresponsabilidad en los cuidados de la familia. Acabar con la estructura patriarcal que tiene a las mujeres en una situación de injusticia.

La nota negativa

No todo podía ser tan bonito. Cada organización tendrá sus razones para hacer una convocatoria propia en este día, pero no es lógico que una ciudad como Logroño saque a la calle a miles de personas (basta con ver las imágenes) y se dividan en dos manifestaciones. Más aún cuando estas se han cruzado en un punto del recorrido, creando confusión entre los presentes sobre dónde debían continuar su marcha.

El éxito de un día histórico que aún podía haber sido mayor de haber unido todas las fuerzas en un sólo grito. Por suerte, este 8 de marzo de 2018 han gritado tan fuerte que apenas se ha notado que estaban a unas calles de diferencia. “Que no, que no, que no tenemos miedo”.

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