Semana Santa

El único encuentro del Miércoles Santo en Logroño: las lágrimas de los cofrades con la lluvia

Decepción, caras tristes, amargura… y emotividad, pasión, sentimientos verdaderos. La lluvia ha provocado esa cara y esa cruz en los cofrades logroñeses este Miércoles Santo, impidiéndoles salir a la calle para mostrar sus pasos a la ciudad y salir al encuentro más esperado del año. Las predicciones meteorológicas se han cumplido a la perfección y la fina cortina de agua que ha comenzado a caer a las diez de la noche, pronto se ha convertido en una manta que hacía torcer el gesto al más optimista de los presentes.

“Yo ya lo tengo asumido”, decía un joven en el interior de la Concatedral de La Redonda. Mientras, las lágrimas de una adolescente apoyada en un paso caían al mismo ritmo que las ilusiones de todos los congregados en torno a ‘La Dolorosa’. No iba a haber encuentro. La Semana Santa de Logroño se quedaba en esos mismos instantes huérfana de uno de sus símbolos. Y no había marcha atrás.

En la puerta, un último baile como despedida de una noche que pudo ser y no fue. Los llantos y la lluvia, el único encuentro que ha podido darse.

Subir