La Rioja

“Hemos sentido mucho miedo, la caída se ha hecho muy larga”

El servicio de Urgencias del Hospital San Pedro presentaba este domingo por la noche el cartel de casi completo, pero no por el número de pacientes atendidos sino por la gran cantidad de personas que se encontraban en el centro sanitario. Los pasajeros que han resultado ilesos (o casi) en el vuelco del autocar que cubría la ruta entre Madrid y Logroño han sido también atendidos a su llegada a la capital riojana sin pasar por la estación de autobuses, por lo que numerosos familiares se han acercado a verlos en primera persona para cerciorarse de que estaban bien. Los más ‘graves’ estaban en Burgos, aunque nadie corría peligro.

Una fotografía. Prácticamente, un instante. Así relatan dos chicas jóvenes -prefieren no dar su nombre- lo sucedido, aunque poco a poco su memoria va dando más detalles de la secuencia. “Íbamos por la autovía y se ha salido de la carretera”. “¿No has notado como un bache al principio y que luego iba cayendo? ¿No te acuerdas?”. “Yo he notado los golpes en el terreno y luego que ha volcado. Y ya estábamos en el suelo tirados”.

Una de ellas no tiene lesiones y la otra cuenta que le duele el típico latigazo en el cuello de los golpes fuertes. “La Guardia Civil ha venido rapidísimo y las emergencias han tardado algo más, como quince minutos, pero no te puedo decir porque no era consciente de lo que pasaba en esos primeros momentos”, cuenta la primera de las accidentadas, detallando que las escenas en la zona no han sido excesivamente duras. “El momento del accidente ha sido muy rápido. Hemos salido todos rápido del autobús y hemos sacado a alguna gente. Nos hemos ayudado”, añaden, sin darle más importancia al susto.

Y si dos chicas apenas se han enterado, otras dos tienen los recuerdos grabados a fuego: “Íbamos en una recta. Estábamos jugando al móvil y hemos oído el golpe. He mirado hacia adelante y me he agarrado al asiento. Hemos empezado pa, pa, pa, pa, pa. El autobús se ha puesto de lado, nos hemos hincado en un sitio y ha hecho ‘clash’. Nos hemos caído de lado y ya nos hemos quitado los cinturones, hemos abierto las salidas de emergencia y ya a salir. Casi todo el mundo ha podido salir él solo, pero ha habido gente a la que le han tenido que ayudar”.

“Hemos sentido mucho miedo. Mucho miedo. De todo, la verdad. La caída se ha hecho muy larga. Se ha hecho muy larga…”, concluyen, bajando el tono como si volvieran a recordar en ese instante cómo bajaba el autobús por esa cuesta que ya nunca olvidarán.

La espera de los familiares

En los familiares, la otra cara de la noticia. La de quien recibe el mensaje y se preocupa. “Estaba muy nervioso y nos ha dicho que había tenido un accidente, pero que estaban bien él y la chica con la que iba. No ha dicho mucho más porque ni se han dado cuenta de cómo ha ocurrido”, relata José, familiar de uno de los pasajeros, mientras espera que terminen de hacerle las pruebas en rayos X.

Incertidumbre y nervios. La situación habitual en este tipo de sucesos. “Mi hermana ha venido para que le echen un ojo al brazo”, comenta Pablo, aunque con la tranquilidad de saber que nada grave había llegado a pasar para lo que podía haber sido. Dani, novio de otra chica accidentada, también da vueltas a la cabeza en la sala de espera: “He visto a mi chica algo nerviosa, pero también estamos aliviados de que esté bien”. El sentimiento general: alivio. Por suerte, todo ha quedado en un susto.

*Artículo realizado por David Hernando & Manuel Martín.

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