Como ese futuro cantante inmerso en uno de esos concursos televisivos y que los entendidos auguran que tiene una gran voz y que claramente es aspirante a llevarse el premio final, aunque no puede permitirse caer en los castings iniciales. Así está el Sporting La Rioja. Sabedor de que es un candidato firme al título e inmerso en pleno discurrir de los castings intermedios que dan paso a la gran final.
Por ahora, y como cabía esperar, los castings van por buen camino. Hasta la fecha invicto. Aunque siempre hay que estar atento ya que puede haber castings peligrosos ante rivales que, en teoría, no deberían ser considerados como tal, pero que un día te presentas con la voz ronca o un ligero resfriado y te pueden acabar condicionando el resto del concurso.
Algo así le espera este sábado en Lobete. El equipo riojano recibe al Loizaga Construcciones Castro Urdiales. Un equipo peligroso y con confianza pero que no puede ser considerado, a priori, rival directo de las riojanas y que no parte con la condición de favorito a llegar a la gala final pese a estar haciendo un gran concurso. Las cántabras llegan a Logroño situadas en una más que meritoria cuarta posición, haciendo la que probablemente sea su mejor temporada de los últimos años y con una jugadora que llama la atención por encima del resto: Sandra Azcona, una potente lateral que, como cada año, es la máxima artillera del grupo con 58 goles en su haber tras la disputa de las primeras seis citas (más de nueve goles por encuentro).
Lo de este sábado (20:30 horas en Lobete) es una gala más. Un paso que no da nada, pero que puede complicar el resto del concurso, ya que el Sporting no puede permitirse un tropiezo que condicione el resto de las galas, con los duelos directos frente a los grandes rivales aun por disputarse, allá por el mes de diciembre.
Y llegar a esos duelos con resbalones anteriores que no dejen el menor margen de error es una presión añadida que puede pagarse cara y que este Sporting no debería permitirse.
Y, como aviso, el susto de la pasada batalla. Un episodio que empezó muy bien para las riojanas (al descanso se llegó con una ventaja de ocho goles que parecía sentenciar el encuentro) y que, por momentos, pareció complicarse frente al correoso Kukullaga, que llegó a colocarse a un solo gol de diferencia a falta de cinco minutos. Aunque finalmente se ganó (24-27).
Así que este sábado, por mucho que la clasificación pueda dejar lugar a cierta duda, el Sporting La Rioja tiene que dar otro paso al frente y solventar el compromiso con eficacia, para así llegar al momento decisivo del concurso con las aspiraciones intactas sin recurrir a la premura de solventar tropiezos anteriores.
