El Rioverde Clavijo jugará este domingo el partido más amargo de la temporada ya que se despide de la LEB Oro ante su público en un partido sin ninguna trascendencia, más allá de intentar “acabar bien”, según admitía en la previa del choque el preparador, Jenaro Díaz.
Desde que consumó su descenso matemático el equipo de Logroño tenía claro que tendría todavía un partido especialmente difícil, el de mañana, por la dificultad que entraña jugar sin motivación, por un lado, pero, por otro, con la obligación moral de dar una alegría a sus aficionados.
Porque los socios del Clavijo han sido la gran noticia de la temporada con un apoyo incondicional, más allá de los resultados que han llevado al Clavijo al precipicio.
Por ello, el propio Díaz reconocía que tienen la obligación de “agradecer” el acompañamiento de los aficionados “que han estado ahí desde el primer día hasta el último” y que han contribuido a que “sea una experiencia bonita” a pesar de los resultados.
“Hay que hacer un esfuerzo y tratar de ganar porque hay que acabar bien”, insistió el preparador, consciente de que el “desenganche” de sus jugadores ya le costó la derrota en Melilla y no quiere que pase lo mismo.
Pero no es una misión fácil, porque enfrente tendrá a un Ourense que tampoco se juega mucho, aunque si gana puede aspirar a una carambola que le meta en el play-off en la última jornada.
Los gallegos vienen de encajar una verdadera “paliza” en su campo ante el San Pablo Burgos, lo que podría evidenciar que tampoco tienen ya tensión competitiva y que se dan por descartados de la lucha por el ascenso; tienen en su plantilla, eso sí, recursos suficientes para hacer un buen papel, en especial el croata Ivica Radic (más de 11 puntos por encuentro) y el lituano Mindagas Kacinas (10 puntos, 5 rebotes), que están bien acompañados por otro veterano, el canario Samuel Rodríguez.
Día de despedidas
Pese a que queda un partido más, el de mañana será el de las despedidas de muchos componentes de la plantilla riojana de su público.
La diferencia entre la LEB Oro y la LEB Plata marcará, con seguridad, el que la mayor parte de la plantilla busque un contrato en la competición superior, en algunos casos, como Nicolau, Kolo, Tamba o Moreno, avalados por actuaciones individuales más que salvables.
Está el caso de los hermanos Urtasun, que a sus 40 años ya hablaron al fichar por el Clavijo de que iban a retirarse, o los de los jóvenes Kevin Torres y Hugo Arbosa, que tienen contrato en vigor; luego hay grandes incógnitas, tanto por el lado de los jugadores como por el del club, en especial la del carismático Norris, muy lastrado este año por las lesiones.
Pero el caso más significativo es el del técnico, Jenaro Díaz, que tras el segundo descenso desde la LEB Oro parece querer seguir en la entidad, aunque queda por saber si es el propio club el que quiere dar continuidad al proyecto del técnico asturiano o emprender otro camino, tras una campaña “convulsa” en el banquillo en todos los sentidos.
