La SD Logroñés ha empatado frente a Osasuna Promesas (1-1), en un resultado que elimina prácticamente sus opciones de salvación. A falta de quince puntos por jugarse, la distancia se mantiene en nuevo. Solo una auténtica gesta haría que los blanquirrojos se quedaran en Primera Federación. Con las tablas, suman un punto y se colocan con 28. 37 tiene un Sestao River que marca una línea de permanencia con la que media un abismo. Ya van ocho partidos sin ganar para los blanquirrojos, con una victoria, seis empates y nueve derrotas para su actual técnico.
Aitor Larrazabal afirmó en la previa: “Quien no quiera competir, no estará en el once”. Un duro mensaje que ha demostrado en su alineación, una auténtica revolución, al dejar a pesos pesados como Paredes, Dani Garrido, Ferni y Jordi Escobar en el banquillo. Con las bajas de Manny, Cova y Aurtenetxe por lesión y Miceli por lesión, el vizcaíno ha saltado con Oriol Martí en portería, Gexan, Trespalacios, Murua y Ezkurdia en defensa; Salado, Castellano y Damià en el centro del campo y por último, Óscar Fernández, Luzzi y Schmerböck en ataque. Un último intento, ya a la desperada, de voltear un destino difícil.
Después de una primera parte sin goles, donde los blanquirrojos han perdonado ocasiones muy claras, como un disparo de Salado sacado bajo palos; Osasuna Promesas se ha adelantado en la segunda parte. Trespalacios ha cometido un claro penalti del que Svensson, tras fallarlo, ha convertido el rechace para colocar el 0-1. Ese es el momento en el que Larrazabal ha apostado por sacar a hombres fuertes. Primero han salido Jordi Escobar y Ferni, dos revulsivos que han fabricado el 1-1. Ferni se la ha dejado a Escobar y el delantero catalán ha roto la sequía goleadora de su equipo, que no marcaba desde el 23 de marzo. Escobar se ha hecho hueco y por raso, ha batido a Pablo Valencia desde dentro del área en el 71′.
Las tablas no servían de nada a un Larrazabal que ha sacado primero a Dani Garrido y después, a Curro y a Conejero. Ha estado más cerca el 2-1 por momentos, pero no ha llegado. Bajo el atardecer de Las Gaunas veía evaporarse la Sociedad una permanencia prácticamente imposible, a falta de que las matemáticas así lo confirmen, algo que podría ocurrir ya en las próximas semanas.
