El pasado 14 de mayo fue un día triste en el estadio municipal Luis Ramos. El equipo que ahí juega, el Guijuelo, después de todo un curso entre los cinco mejores clasificados del Grupo 1 se quedaba sin billete para jugar los playoffs de ascenso. El empate en casa, ante el Avilés, era del todo insuficiente para que este pata negra de la vieja Segunda División B peleara por jugar de nuevo en la tercera categoría del fútbol español.
Algo menos de un año después, este pasado fin de semana hubo fiesta en este modesto campo de fútbol de hierba artificial. El Guijuelo lograba, con un triunfo ante el Villalbés, certificar, a falta de dos jornadas para el final, que esta temporada, sí, jugarán por el ascenso. Ya no hay espacio para la sorpresa como el curso pasado. Así que tocaba festejar. Y se hizo por todo lo alto. Fiesta por estar entre los mejores del campeonato. Así afrontará el playoff de ascenso el Guijuelo, primer posible rival de la UD Logroñés en su intento de regresar cuanto antes a la Primera Federación.
El equipo de Mario Sánchez es cuarto. La tercera plaza es del todo inalcanzable, a siete puntos del Zamora cuando restan seis por jugarse. En el Grupo I se ha disputado la parte alta a tres velocidades. Ourense y Pontevedra luchan por el liderato, el Zamora ha solventado la tercera plaza con solvencia, y solo el Langreo, quinto, ve amenazado su concurso en el playoff, por lo que recortar los cinco puntos de distancia sobre la cuarta plaza del Guijuelo a falta de seis no es su objetivo más real.
El Guijuelo, tras el varapalo de la temporada pasada, comenzó a preparar este asalto a la Primera Federación el 24 de julio. Jonathan Martín es el director deportivo del Guijuelo, que decidió confiar en el joven Mario Sánchez para relanzar el proyecto deportivo del club chacinero, que antes de la pandemia perdió presencia y protagonismo en la tercera categoría del fútbol español, cuando incluso llegó a ser un fijo en los playoffs de ascenso a Segunda y un rival habitual y complicado para la UD Logroñés. Es más, la camiseta que luce este año el Guijuelo es un homenaje al equipo que logró el histórico ascenso a Segunda B allá por el año 2004. La segunda, como siempre, ediciones revisadas de la famosa ‘jamoneta’ -camiseta que recuerda el jamón como producto estrella de esta región-.
Un campo modesto de hierba artificial
La entidad se ha reforzado bien con el objetivo de superar el varapalo del curso anterior, y el objetivo es claro: celebrar el cincuenta aniversario de la fundación del club con un nuevo ascenso que sin duda sería histórico. El Guijuelo va recuperando su espacio. Y esta temporada logró enfrentarse al Sporting de Gijón en Copa del Rey para disfrute de una localidad que llenó el pequeño estadio Luis Ramos.
Un total de 1.800 personas (lleno) se dieron cita para seguir este encuentro que se jugó sobre el césped de hierba artificial (para nada de nueva generación 104×68) que luce en este estadio, handicap del que le gustaría librarse a la UD Logroñés, si de su elección dependiera. Solo el azar decidirá qué rival se medirá en semifinales a los riojanos, que ya pueden estudiar a un Guijuelo que celebra el haberse clasificado para los playoffs tras la decepción del curso pasado, por tanto, con la sensación a partir de ahora de tener mucho que ganar y nada que perder.
