Deportes

Partido homeopático en Urbieta

El Bilbao Athletic firmaría ahora mismo acabar la temporada de una vez por todas. El Barakaldo también lo haría. La UD Logroñés, a buen seguro, también. Es lo que tiene que el Grupo 2 tenga el asunto virtualmente resuelto a falta de tres jornadas para el final. Ascenderá el filial rojiblanco, el equipo fabril será segundo, y la UD Logroñés accederá a los playoffs como tercer clasificado.

A falta de nueve puntos para el final, cinco le saca el Barakaldo a los riojanos, que a su vez le meten siete de distancia al cuarto y quinto clasificados, Deportivo Aragón y Utebo, respectivamente. Vamos, que el asunto es cuestión de tiempo. Así que con todo resuelto, irse hasta Gernika para tener que meter el pie contra un equipo que se juega la Copa del Rey, y que por tanto meterá el pie -más si cabe tras los siete goles que encajó en la ida en Las Gaunas-, pues como que puede resultar un tanto innecesario, aunque de obligado cumplimiento.

Y aunque Diego Martínez, el técnico, ha explicado que “es un equipo tan competitivo que se pican hasta el rondos”, o que “a veces me cuesta en los entrenamientos hacer de árbitro”, o que “esta semana han trabajado fantásticamente bien porque tienen el objetivo de sacarse la espina del partido del pasado domingo”… a nadie se le escapa que esto está resuelto, que lo importante llega en tres semanas, y que a esa semana previa a la semifinal hay que llegar con todos al máximo para iniciar, quieren, cuatro partidos en cuatro semanas donde estará en juego el todo o la nada.

Así que poco importan Gernika y Urbieta. O eso se podría pensar. Pero la UD Logroñés, en Segunda Federación, tiene una exigencia que no tiene el resto. Ni tan siquiera el Barakaldo, ni el Utebo, ni muchos de los filiales -salvo el próximo campeón. Solo la UD Logroñés y a buen seguro el Bilbao Athletic comenzaron la temporada con la obligación de tener que ganar todos sus partidos, o al menos salir a ganar todos los encuentros. También el de este próximo domingo a partir de las cinco de la tarde en Urbieta ante el Gernika.

Hay que ganar porque así lo exigen los aficionados de la UD Logroñés, necesitados de más confianza si cabe para afrontar con entusiasmo un playoff que pronto debería subir la temperatura en la ciudad. Pero mientras tanto, la temporada se está haciendo un poco largo, quizás también al equipo, que comienza a guardar la ropa, a actuar con precaución, a prevenir posibles situaciones indeseadas de cara a unas semifinales. Limpiar cartulinas es una obligación, parar por ligeras molestias es una orden insalvable… como la de intentar ganar.

Y no será fácil hacerlo en Urbieta. El Gernika se juega mucho. Tras una temporada muy irregular finalmente le está dando para pelear por ser el quinto mejor equipo de la temporada sin contar los muchos filiales que tiene por encima en la clasificación. Un premio interesante de cara a la temporada que viene. Así que meterán el pie, irán al choque, empujarán, pelearán y lo intentarán.

Veremos hasta dónde está dispuesto a chocar la UD Logroñés. Nadie se quiere perder el playoff, pero al tiempo todos quieren competir hasta el final porque como dijo hace unas semanas Diego Martínez; “Es complicado eso de parar una semana de competir y luego volverse a poner al máximo para jugar una eliminatoria”. Así que la UD Logroñés afronta este domingo un partido homeopático, que en caso de perder provocará un pequeño dolor de cabeza, y que en caso de ganar servirá para más bien poco, salvo para mejorar unas estadísticas que no dan ni quitan ascensos, porque lo importante, lo realmente importante, cuando la medicina verdad debe hacer efecto comenzará en tres semanas.

Subir