La Rioja

La Rioja tiene la flota de trenes más vieja de España

La Rioja tiene la flota de trenes más vieja de España

Más allá del ‘yo te lo doy y yo te lo quito’ del ministro Óscar Puente durante el fin de semana, el nuevo ‘reparto’ de trenes anunciado el pasado viernes por el Ministerio de Transportes viene a constatar las carencias de La Rioja en materia ferroviaria. Porque aunque Renfe prevea una segunda conexión entre Logroño y Madrid (esta, a través de Miranda de Ebro) a partir de noviembre, las características técnicas de ese tren (el Alvia S-120.5) mantiene a la comunidad con la flota más antigua del territorio nacional.

Vaya por delante que la insularidad que afecta a La Rioja en clave ferroviaria responde más a las características de un trazado centenario y sinuoso -las vías- que a las prestaciones de los vehículos que lo recorren, claramente condicionadas por el ancho de vía y las limitaciones de velocidad. Pero mientras se materializa la renovación del trazado, lo cierto es que el resto de comunidades autónomas a las que no llega la Alta Velocidad cuentan con trenes más modernos que los que circulan por territorio riojano.

Alvia de la serie S-120, el que opera entre Logroño y Madrid.

La principal limitación que impide que los vehículos alcancen grandes velocidades es el ancho de vía. Todos los raíles construidos sobre territorio riojano se ajustan a un ancho ‘ibérico’ (1.668 milímetros) y a partir de Castejón las vías son de ‘ancho internacional europeo’ (1.435 milímetros), lo que permite que los trenes reduzcan su tiempo de paso. Eso obliga a que los trenes de larga distancia sean de ancho variable, es decir, que puedan ajustar los ejes de sus ruedas al ancho ibérico y al ancho internacional variable.

Alvia de la serie S-130, que opera en País Vasco y Cantabria.

Y en esto, como en todo, también hay clases. El Alvia que conecta Madrid con Logroño (tanto en el trayecto actual por Castejón como en el futuro por Miranda) pertenece a la serie S-120 de Renfe (de 2006), la más antigua de las cuatro de que dispone la compañía ferroviaria. En las otras tres comunidades en las que actualmente no opera la Alta Velocidad los Alvia son más modernos: En País Vasco y Cantabria cuentan con trenes de la S-130 (año 2007), mientras que a Extremadura llegarán dos Alvia S-730, la joya de la corona de la flota de de Renfe para ancho variable.

Alvia de la serie S-730, que operará en breve en Extremadura.

Un tren de hace tres décadas para ir a Zaragoza

Aunque las comparaciones sean odiosas respecto al Alvia, las verdaderas carencias ferroviarias de La Rioja se aprecian en las distancias cortas. En concreto, en los poco más de 150 kilómetros que separan Logroño y Zaragoza. Un trayecto que en coche implica apenas una hora y media, pero que en tren supone -en función de la frecuencia elegida- un periodo de entre dos horas y media o casi tres horas. Y eso, cuando ninguno de los habituales contratiempos afectan al Regional Exprés.

Regional Exprés de la serie S-470.

Es este un tren del modelo S-470, línea que entró en funcionamiento en 1993, y en el que las comodidades brillan por su ausencia, hasta el punto de que en Logroño se le conoce popularmente como ‘El tren Chispita’ o ‘el tren de la bruja’. El tren carece de baños y servicio de cafetería, reemplazado en ocasiones por una máquina de vending.

Otra de las reivindicaciones de los usuarios del ferrocarril en La Rioja pasan por recuperar las frecuencias perdidas entre la comunidad y Barcelona, que desde la pandemia se vieron reducidas a una única conexión incompatible con cualquier jornada laboral: sale de Logroño a las 14:40 horas y llega a la ciudad condal a las 19:15 horas.

Todo ello redunda en que, al contrario de otros territorios en los que la Alta Velocidad ha disparado el volumen de pasajeros, el ferrocarril quede reducido en La Rioja a la opción de transporte más lenta y más cara para llegar al destino deseado. Una circunstancia que el nuevo tren a Madrid por Miranda de Ebro no viene, en cualquier caso, a resolver.

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