Dos autobuses de la flota de transporte público de Logroño han sido sustituidos por otros dos que se mueven a partir de gas natural comprimido (GNC), “el combustible más respetuoso que existe ahora mismo y que reduce de manera considerable las emisiones perjudiciales a la atmósfera”. Así lo ha afirmado este martes el alcalde de la capital riojana, Conrado Escobar, en un encuentro informativo con motivo de la presentación de estos dos vehículos, en el que también ha participado el concejal de Movilidad, Ángel Andrés.
El regidor de Logroño ha indicado que estos autobuses “funcionan con el combustible más respetuoso que existe ahora mismo, con una minimización considerable de las emisiones más perjudiciales para la atmósfera, que bajan, en algunos casos, hasta el 95 por ciento”.
Estos vehículos, ha proseguido, son dos Mercedes Benz Citaro con los mejores estándares actuales de seguridad y accesibilidad, y la previsión inicial es que se incorporen al servicio en las líneas 1, Hospital San Pedro-Lardero, y 2, Yagüe-Varea, que son las dos que registran un mayor porcentaje de viajes. Ha enmarcado esta mejora en el transporte urbano dentro de los objetivos que se persiguen con el desarrollo de la estrategia ‘Logroño Circular’ de tender hacia una progresiva autosuficiencia en el uso de los recursos con una reducción de residuos y de emisiones.
“Nuestro objetivo a más largo plazo sería conseguir que la totalidad de la flota de transporte urbano se moviera con el biogás que se puede generar a partir de nuestros residuos, un objetivo totalmente alcanzable según los informes técnicos, ya que hay capacidad para generar más del doble del consumo anual del servicio”, ha asegurado.
Por su parte, Andrés, ha señalado como “una ventaja fundamental del nuevo combustible que usan estos dos vehículos la reducción de manera significativa de las emisiones más peligrosas”. Ha precisado que “prácticamente no emiten óxidos de azufre (Sox); se consigue una reducción de más del 96 por ciento en óxidos de nitrógeno (NOx); y de casi el 95 por ciento de partículas contaminantes; además de bajar en un 38 por ciento las de dióxido de carbono (CO2)”. “Estos vehículos, por sus características, también producen una menor contaminación acústica, con casi un 50 por ciento de reducción de ruidos por el funcionamiento del motor y las vibraciones”, ha subrayado.
