Gastronomía

Ignacio Echapresto defiende “el origen” para una cocina “con identidad”

Rebeca Palacios

La cocina “con identidad” debe ser el reflejo de una tradición, una cultura, su gente, el paisaje y el entorno, porque “en un mundo tan globalizado, se debe mantener la vista en el origen”, ha asegurado a EFE el cocinero riojano Ignacio Echapresto, reconocido con dos estrellas Michelin.

Junto a su hermano sumiller Carlos, ha organizado ‘Cocinas de pueblo’, un encuentro que se celebrará el próximo 13 de mayo en Daroca de Rioja, una pequeña localidad de unos 60 habitantes en la que ambos abrieron el restaurante ‘Venta Moncalvillo’ en 1996.

En la tercera edición de este encuentro gastronómico, considerado “un referente de la cocina desarrollada en el mundo rural”, participarán importantes figuras del panorama culinario nacional, ha explicado este chef.

Entre ellos, ha avanzado que asistirán reconocidos cocineros con ocho estrellas Michelin y dos soles Repsol, pero también jóvenes valores que auguran un futuro prometedor a la gastronomía nacional, quienes presentarán sus proyectos, analizarán el panorama actual y su visión para el futuro.

Así, ‘Venta Moncalvillo’, que también cuenta con una estrella verde Michelin por un proyecto basado en la sostenibilidad, reunirá a chefs llegados desde pequeños municipios de la costa que trabajan el producto del mar, hasta los remotos pueblos del interior que conjugan la huerta con la montaña.

Ocho estrellas y dos soles
Ricard Camarena (2 estrellas Michelin y una estrella verde) relatará cómo trabaja los productos de la huerta valenciana y cómo es la cocina vegetal que desarrolla en su restaurante de Valencia, reconocida por el respeto al producto y al productor.

Desde Galicia llegará a La Rioja el chef Pepe Vieira (2 estrellas Michelin y una estrella verde) para profundizar en la gastronomía que denomina ‘A última cociña do mundo’ (La última cocina de mundo).

Aitor Arregui, director y alma mater del restaurante ‘Elkano’ (una estrella Michelin y posición 16 de 50Best) en Guetaria (Guipúzcoa) permitirá entender mejor el trabajo del pescador, al adentrar a los asistentes a este encuentro en el mar y sus latitudes.

Iris Jordan (un sol Repsol) acercará con su charla a ‘Ansils’, ese proyecto de vida en forma de restaurante que tiene junto a su hermano en el pequeño pueblo de Anciles en la montaña pirenaica de Huesca.

Desde Sant Martí Sarroca en Cataluña llegará Andres Torres del restaurante ‘Casanova’ (un sol Repsol y un estrella verde Michelin), una iniciativa gastronómica que “aúna sostenibilidad, respeto a la naturaleza, conciencia social y mucha humanidad”, ha destacado Echapresto.

También desde el municipio catalán de Sant Sadurní d’Anoia, Jaume Gramona, quinta generación de vitivinicultores, profundizará en la biodinámica, una forma respetuosa de trabajar la tierra en un proyecto pionero de respeto a la naturaleza desde el organismo granja.

Homenaje a los hermanos Arbelaitz
Como en ediciones anteriores, los hermanos Echapresto rendirán un homenaje a personas que han sido para ellos “un referente en lo profesional y lo social”, por lo que ensalzarán el trabajo de los hermanos Arbelaitz del restaurante ‘Zuberoa’ en Oiartzun (Guipúzcoa) con “un sencillo reconocimiento lleno de afecto y cariño”.

Además, en ‘Cocinas de pueblo’ participarán tres panaderos artesanos riojanos, porque, para Ignacio Echapresto, “no hay nada más de pueblo que un buen pan, de masa madre, sobao, de hogaza o de barra”, y estos profesionales hablarán de su presente, futuro y función social.

El objetivo de este encuentro gastronómico es resaltar las oportunidades que ofrece el mundo rural vinculado con la gastronomía y visibilizar iniciativas apegadas a cada territorio, para que resulten “inspiradoras” a quienes ven en los pueblos “un modo de vida y una oportunidad de emprendimiento”.

FOTO: EFE/ Raquel Manzanares.

Ese fue el sueño de los hermanos Echapresto, quienes quisieron quedarse a trabajar y vivir en su pueblo y consiguieron ponerlo en el mapa gastronómico al lograr su primera estrella Michelin en 2010, gracias a una cocina elaborada con productos del territorio, como las verduras de su propio huerto.

“Además de cocinar un producto de temporada, hace falta que sea de calidad y se haya producido con respeto al medio ambiente, sin contaminar la tierra con productos de síntesis, ni generar residuos. También que el productor se gane bien la vida, cobrando lo que ese producto vale y nunca menos de su coste de producción”, ha subrayado.

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