La Semana Santa ya está aquí. Y comienza con una procesión que, en Logroño y en tantos otros enclaves, es sinónimo de cantera cofrade. La Borriquilla abre el calendario de procesiones en la capital riojana con un espíritu netamente alegre y de renovación. El cortejo atrapa la atención de los más pequeños y, precisamente, la Cofradía de la Entrada de Jesús en Jerusalén encuentra sus orígenes en la rama infantil de la Hermandad de la Pasión y el Santo Entierro.
La corporación pone en la calle el primero de sus cuatro pasos, ya que el Lunes Santo saca al Cautivo, el Viernes Santo la Oración en el Huerto de los Olivos (en la Magna Procesión del Santo Entierro) y el Domingo de Resurrección sale el Resucitado.
La jornada comienza a las diez de la mañana con la tradicional misa de cofrades en la Concatedral de La Redonda, tras la cual (previsiblemente, a las 11:15 horas) tendrá lugar la bendición de los ramos. La procesión se pone en marcha a las 11:30 horas desde la Plaza del Mercado y recorre Portales, Muro del Carmen, Muro de la Mata, Bretón de los Herreros, Capitán Gallarza y Portales hasta el encierro en La Redonda.
La Borriquilla representa la carta de presentación de la Semana Santa de Logroño, declarada Fiesta de Interés Turístico Nacional, y la tradición manda que para arropar a la cofradía en la calle es preciso lucir, como mínimo, una prenda por primera vez. De lo contrario, el riesgo es que se cumpla el refrán: “Quien no estrena el Domingo de Ramos se queda sin pies y sin manos”.
El paso
FOTO: EFE/ Raquel Manzanares.
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- Autor de las tallas: Jaime Martrus y Rieira (Cristo y borriquilla) y Joaquín Clarés (resto de figuras)
- Iconografía: representa el momento en que Jesús entra triunfante en Jerusalén a lomos de una borriquilla, entre las aclamaciones del pueblo que lo recibe con palmas. El conjunto se compone de cuatro figuras: la principal de Jesús a lomos de la borriquilla, un niño que observa el paso del Señor, una joven extiende un manto a los pies de la borriquilla y una mujer con un niño en brazos aclama a Jesús con una palma en la mano.
