Los voluntarios que cada mañana, desde hace diez días, acuden al punto de encuentro para iniciar la búsqueda del joven Javier Márquez tratan de mantener el ánimo y la fe en que su tarea tendrá éxito, pero son conscientes de que cada día es más complicado no venirse abajo.
Así lo ha reconocido uno de estos voluntarios, Javier Albo, que llega cada mañana desde Santo Domingo de la Calzada al parque de Santa Juliana, donde quedan los voluntarios, unos veinte este martes.
Javier Márquez está desaparecido desde la madrugada del 2 al 3 de marzo, cuando se despidió de unos amigos con los que salió de fiesta y no se le volvió a ver; desde entonces le buscan decenas de personas por las riberas del río Ebro, por diferentes puntos de Logroño y por otros municipios cercanos.
Además, equipos de la Policía Nacional y Guardia Civil, aéreos y acuáticos, buscan al joven en el interior de la capital riojana y en el entorno del Ebro y del río Iregua; y equipos de la Guardia Civil hacen estas labores una vez superado el término municipal de Logroño.
El otro lugar en el que se sigue la búsqueda es Santo Domingo de la Calzada, el pueblo de Márquez, donde “hay mucha preocupación” y “se nota a la ciudad sumamente triste, a la par que volcada en la búsqueda del chaval y en el apoyo a su familia”.
EFE/ Raquel Manzanares
Ha incidido en que “lo estamos pasando muy mal” pero sobre todo porque “pasan los días y eso lo hace más difícil” porque “esta situación hace mella en las fuerzas y en los ánimos”. Pero, ha recalcado, “la esperanza sigue estando ahí, seguimos teniéndola y seguimos viniendo a buscar a Javier porque tenemos que encontrarlo como sea”.
También ha reconocido que “a medida que pasan los días baja el número de voluntarios para la búsqueda porque los chavales han vuelto a clase tras diez días sin ir” pero “los que podamos, vamos a seguir hasta el final”.
