La profesora alfareña Elena Calvo lo ha vuelto a hacer. El instituto Reyno de Navarra de Azagra ha sido galardonado, por segunda vez consecutiva, por el Ministerio de Educación y Formación Profesional de España, dentro de la convocatoria ‘Agrupación de centros’ que impulsa esta profesora de Biología y Geología y que coordina, esta vez, a siete institutos de toda España.
El proyecto común se titula ‘De la tierra a la vida: vuelta a los orígenes’ y se trata de un proyecto multinivel, en el que participan alumnos de ESO, Bachillerato y ciclos formativos, e interdisciplinar, ya que en él colaboran prácticamente todas las asignaturas.
El objetivo del proyecto no es otro que “despertar la motivación por el conocimiento del entorno, propiedades beneficiosas de las especies vegetales y su utilización para la cosmética y la salud humana y su promoción”, explica Elena.
“Tras haber sido galardonados por el Ministerio de Educación y Ciencia en la convocatoria del curso 21/22 nos fueron surgiendo nuevas ideas sobre el planteamiento de un nuevo proyecto, con algunas bases en común a este y con nuevas iniciativas”.
Esta vez se han aventurado a plantear un proyecto como centro coordinador: “A través de la plataforma fuimos contactando con otros centros cuyos proyectos tenían nexos en común al nuestro, de tal manera que finalmente nos asociamos siete centros”.
La unificación de criterios y el trabajo de los proyectos específicos permitirán que alumnos representantes de cada centro puedan visitar otros centros educativos con los mismos objetivos, para conocer el trabajo realizado por cada uno de ellos, intercambiando experiencias de forma presencial.
El objetivo final es la publicación de un libro físico donde quedarán recogidas las propiedades más importantes de las especies vegetales utilizadas así como las pautas para el uso de las mismas en la fabricación de cosméticos, sales relajantes, jabones y velas aromáticas, geles de ducha, alimentos saludables a base de frutos y otras plantas…
Bajo la temática común de los huertos escolares, donde cada climatología y relieve aporta especies de gran valor o mediante el intercambio de las plantas más representativas de cada centro, “conseguiremos que el alumnado aprenda a utilizarlos con fines beneficiosos para la salud, valorando la riqueza de nuestras tierras y el alcance de la ciencia para hacer realidad contenidos que hasta ahora solo guardaban en cuadernos, pizarras y carpetas”.
Debido al número de centros participantes y a las ambiciosas características del proyecto, éste va a recibir una subvención de 73.800 euros.
