Los embalses riojanos se encuentran de media al 75,3 por ciento de su capacidad, tras ganar 2,65 hectómetros cúbicos durante la última semana. Según los datos aportados este lunes por la Confederación Hidrográfica del Ebro (CHE), los tres pantanos acumulan 107,6 hectómetros cúbicos de una capacidad total de 135,8.
El embalse de Mansilla está al 92,1 por ciento de su capacidad, con 62,4 hectómetros cúbicos de 67,7 posibles, tras aumentar su agua embalsada en los siete días pasados en 1,48. González Lacasa, que se encuentra al 83,4 por ciento, ha sumado 0,70 hectómetros cúbicos en la última semana, y tiene 27,4 de los 32,9 que puede contener. El pantano de Pajares está al 50,6 por ciento, al tener embalsados 17,8 hectómetros cúbicos de los 35,2 que puede contener, tras ganar 0,47 en los últimos siete días.
En su conjunto, los tres presentan un superávit hídrico de 21,55 hectómetros cúbicos (equivalente a dos tercios de la capacidad del González Lacasa) respecto al pasado año por estas fechas. Mansilla tiene 2,55 hectómetros cúbicos más que hace doce meses, Pajares 6,31 y el González Lacasa 12,69 hectómetros cúbicos.
En global, los embalses de la cuenca del Ebro se encuentran al 66,5 por ciento de su capacidad, con 5.188 hectómetros cúbicos de los 7.800 que pueden albergar en su totalidad, tras subir en la última semana un 1,5 por ciento.
En la misma semana del año pasado la situación era de 4.554 hectómetros cúbicos, correspondientes al 58,4 por ciento de la capacidad total, mientras que el promedio de los últimos cinco años (2019-2023) se sitúa en el 72,2 por ciento con 5.633 hm³.
La reserva de agua embalsada no supera por tanto el promedio de los últimos cinco años, aunque se encuentra por encima de la cifra del pasado año y del mínimo registrada en el último lustro, que se produjo en 2023. En la margen derecha el volumen de los embalses se sitúa en el 49 por ciento, con 334 hectómetros cúbicos, por debajo de la cifra registrada el pasado año, que fue de 454 hectómetros cúbicos y el 67 por ciento de la capacidad.
Tampoco supera el promedio de los últimos cinco años, que se sitúa en 440 hm³ y el 65 por ciento de la capacidad ni el del mínimo del último quinquenio, que se registró en 2022, con 392 hm³ y el 58 por ciento de la capacidad total de almacenamiento.
La energía hidroeléctrica potencial en esta fecha es de 2.501 GWh, lo que representa el 55 por ciento de la capacidad máxima de producción de la cuenca.
La furia del Ebro
Por otra parte, la Confederación Hidrográfica del Ebro, como consecuencia de las precipitaciones previstas para este lunes y martes, intensifica la vigilancia y advierte de la posibilidad de aumentos de caudal significativos durante esta próxima semana.
Las precipitaciones van a derivar en un ascenso de caudales, especialmente, en los afluentes de la margen izquierda. Desde la cabecera del Ebro hasta la cuenca del Gállego, y en los tramos alto y medio del Ebro a partir del lunes. Actualmente, se están realizando maniobras preventivas en los embalses de Ullibarri y Urrúnaga, en el País Vasco; Eugi, Alloz y Yesa, en Navarra, y Mansilla, en La Rioja.
Adicionalmente, cabe señalar que, se están realizando desembalses de carácter preventivo en los pantanos de Eugui y de Yesa con objetivo de conservar los resguardos y gestionar el episodio de precipitaciones de los inicios de esta próxima semana.
Entre el lunes y martes se reactivarán las precipitaciones que, a día de hoy, se espera que incidan especialmente por buena parte del cuadrante noroeste de la cuenca y el Pirineo occidental, con acumulados que podrán superar ampliamente los 40 litros por metro cuadrado. Las cota de nieve rondará los 1.000 metros.
