El campo riojano se ha plantado este lunes en Madrid ataviado de pancartas, banderas y megáfonos para hacerse ver y oír. Más de mil personas han partido a primeras horas de la mañana en autobuses fletados por las organizaciones profesionales agrarias convocantes de la manifestación (ARAG-ASAJA, UAGR-COAG y UPA La Rioja) y que han recorrido los diferentes municipios riojanos antes de encaminarse hacia la gran ciudad. Otras ha viajado en los vehículos contratados por los ‘chalecos amarillos’, mientras que una minoría lo ha hecho en vehículos particulares por falta de asientos libres en los autobuses.
Bajo el lema ‘El campo exige apoyo, respeto y reconocimiento’, agricultores y ganaderos procedentes de todas las comunidades autónomas se han concentrado en el Paseo de Infanta Isabel, frente al Ministerio de Agricultura. Poco después han comenzado a llegar los tractores (en torno a un centenar autorizados), aunque en este caso no han sido movilizados desde La Rioja. Y ya con todos los manifestantes reunidos, la marcha ha continuado en dirección la sede de la Oficina de la Comisión Europea, pasando por Paseo del Prado, Recoletos y Paseo de la Castellana. Allí, los representantes de los sindicatos han realizado sus oportunas intervenciones.
Esta manifestación organizada en unidad de acción entre las OPA a nivel nacional coincide así con la celebración del Consejo de Ministros de Agricultura de la Unión Europea en Bruselas, donde intentarán llegar a acuerdos que satisfagan al sector primario. En este sentido, el presidente de Asaja, Pedro Barato, ha incidido en que la actual Política Agrícola Común (PAC) “lleva a la ruina” al sector, porque tiene “menos dinero, más papeles, más obligaciones y más prohibiciones”. Ha pedido para el campo europeo las mismas oportunidades y condiciones de producción respecto a los productos importados desde terceros países, porque los acuerdos comerciales con esos destinos también están siendo “una ruina”.
Barato ha lamentado que desde el propio Gobierno español se hayan producido “ataques” a sectores como el cárnico o al ganadero por la protección “absurda” al lobo. En su discurso ha abogado también por más infraestructuras para el regadío o una mayor apuesta por la España vaciada y por la incorporación de los jóvenes al campo.
Por su parte, el secretario general de COAG, Miguel Padilla, ha subrayado lo necesidad de dar un giro de “180 grados” para la política agrícola europea, porque con la actual “han ido demasiado lejos” y “se ha hecho a espaldas del sector”. Ha asegurado que las protestas de estas semanas son una continuación de las que hubo en prepandemia, que tuvieron que pararse precisamente por el COVID, por lo que cree que es necesario dar ya soluciones al sector agrícola.
Padilla asegura que para los productores es “imposible” cumplir con una “burocracia tan grande” y con una nueva PAC que, tras un año de aplicación, es “una barbaridad” para el campo. “Tiene que haber un presupuesto mayor y unos requisitos menores, que se adapten simplemente con la realidad agraria”, ha remarcado, refiriéndose también a la necesidad de acuerdos comerciales más justos o de poner coto a la llegada de fondos de inversión al campo que, están “acaparando” tierras.
Por su parte, el secretario general de UPA, Lorenzo Ramos, se ha quejado también de la nueva PAC: “No puede ser que la política agraria comunitaria, que se creó precisamente para garantizar la alimentación de los ciudadanos de la Unión Europea a unos precios asequibles, sea la pala que está expulsando a los agricultores y los ganaderos en este momento del campo por la burocracia y por la imposición de normas que no tienen sentido”.
Según Ramos, el campo es consciente de que “hay que luchar contra el cambio climático” porque los agricultores y los ganaderos “son los primeros” que lo sufren, “pero no se puede llegar a unos niveles que nos haga imposible tirar para adelante”. En cuanto al exceso de burocracia, ha reclamado “hacer la vida más sencilla” al agricultor y llevar a aplicación las cláusulas espejo (exigir los mismos requisitos a los productos de terceros países). Finalmente, ha exigido que la vigente Ley de la cadena se cumpla “a rajatabla” en “todos” los sectores, como ya hace el del lácteo.
Cabe recordar el peso que ocupa el sector primario en la economía del país y es que aporta más del 10 por ciento del producto interior bruto (PIB) y da empleo a 2,8 millones de personas en España. Además, la superficie agraria útil supone más de 23 millones de hectáreas (casi la mitad del territorio), de las cuales casi 17 millones son de cultivo, sobre todo herbáceos, olivar, frutales y viñedo.
