Chechu León aún casi no se cree el “regalo” que ha recibido al ser nombrado miembro de la Academia de Cine. Hombre de cultura, impulsor de Octubre Corto en Arnedo y defensor del cine español -incluso en aquella época en la que nadie lo hacía-, este año ha tenido entre sus manos la posibilidad de votar a las películas que han terminado haciéndose con los Premios Goya.
– ¿Cómo surge esto de pertenecer a la Academia de Cine?
– Es algo que no esperábamos. Con el 25º aniversario de Octubre Corto nos planteamos que el festival pudiese pertenecer a la Academia. Nos dijeron desde un primer momento que era algo nominativo y decidimos que yo como presidente lo intentase. Tampoco nos resultó tan complicado. Sólo necesitábamos un buen curriculum y tres avales de la junta directiva. En cuestión de 20 días nos dieron el sí y entramos en la Academia en mayo.
– La relación con el organismo siempre ha sido buena en Octubre Corto.
– Efectivamente. Hay que tener en cuenta que desde hace años los cortos que participan aquí califican para los Goya. Siempre hemos tenido una magnífica relación con ellos. Pero también con las administraciones. Da igual los cambios políticos, siempre nos hemos sentido muy apoyados.
– La Academia no sólo se encarga de decidir quién se lleva los premios Goya.
– Lo primero que tuve que hacer nada más entrar fue elegir las películas candidatas para representarnos en los Oscar. Al final la elegida fue ‘La sociedad de la nieve’.
– Hay que llevar muchas horas de cine a las espaldas para estar ahí dentro.
– Hay que ver mucho cine español y para mí eso es un regalo. Normalmente intento que no se me pase nada de lo que se hace en cine español, pero ahora tengo la oportunidad de ver aún mucho más. Casi no da ni tiempo de ver todo lo que se hace. Es una maravilla.
– ¿En qué momento se encuentra el cine español?
– Yo siempre he sido muy optimista con este tema, pero creo que está en un momento inmejorable desde hace 10 o 12 años. Tiene muy buena salud. En los cortos, que es lo nuestro, la salud es todavía mejor porque hay muchos más. Estar nominados en tres categorías de los Oscar con dos películas dice mucho del momento en el que nos encontramos. Haber estado nominados con cortos ocho o diez veces a los Oscar dice más de lo mismo. Yo creo que entre la mayoría de la población ya se ha perdido esa idea de que el cine español es malo.
– Bueno, no entre todos: las críticas al sector del cine son recurrentes en una parte de la sociedad y la política.
– Son críticas absurdas en las que prefiero no entrar. El cine es parte de nuestra cultura, como los toros, la pintura, la literatura o incluso el fútbol. Lo que no se puede pretender es criticar algo tan subjetivo como el cine, como la cultura en general. Un político no puede pretender que la cultura sea sólo como a él le gusta. Y como Administración es ridículo imponer criterios en la cultura porque eso no funciona entre el público.
– El cine no deja de ser un reflejo de la sociedad.
– Tal cual. Eso lo vemos nosotros en Octubre Corto. Hubo años que la mayoría de los cortos que nos llegaban iban sobre los desahucios, otros en los que era la inmigración… El cine va por donde va la sociedad.
– Hablaba de ‘La sociedad de la nieve’. ¿Qué le parece lo que ha hecho Bayona?
– Bayona ganó un premio del público en Octubre Corto con su corto ‘Mis vacaciones’ hace años. En Málaga una vez hablamos de ello. Me parece increíble lo que ha hecho. Es el paso que nos faltaba por dar en el cine español: conseguir hacer superproducciones. Los datos que tiene la película son alucinantes. 150 millones de espectadores y medio millón en los cines, a pesar de estar en Netflix, que ha tenido que claudicar ante Bayona y proyectarla en algunas salas. Decía en la gala que nos parece que juega en otra liga y es que juega en otra liga. A mí como película me puede gustar más ‘20.000 especies de abejas’, pero el mérito de Bayona es alucinante. La historia es potente y está llegando el cine español a millones de personas. No podemos pedir más.
– Importante la buena aceptación que está teniendo entre el público joven.
– Es fundamental conseguir que ese público se enganche al cine como se ha hecho también con ‘La Mesías’. Nosotros llevamos años haciéndolo con Octubre Corto: apostar por el público más joven a través de los institutos.
– Para algunos es una pena que se haya quedado él con todos los premios.
– Pero esto siempre pasa en los festivales. Ya no sólo con las ganadoras, incluso con las nominadas. Hay una película que se llama ‘Teresa’, de Paula Ortiz y con Blanca Portillo, que es un peliculón y no ha tenido ninguna nominación. O el papelón que hace Manolo Solo en ‘Cerrar los ojos’ con Víctor Erice, pero es que David Verdaguer haciendo de Eugenio es espectacular. ‘Un amor’ de Isabel Coixet me chifla, además de la ilusión que hace ver en la gala de los Goya las peñas de Islallana.
– No tiene que ser fácil elegir.
– Es muy complicado. Yo me suelo dejar llevar por mis sensaciones, pero lo estuve posponiendo hasta casi el final. Todo el día mirando las notas que escribo al ver cada película.
– ¿Se atreve Chechu León a hacer porra para los Oscar? ¿Nos llevamos cero, uno, dos o tres?
– Creo que nos llevamos dos. Hay que tener en cuenta la diferencia que hay entre la joya que ha hecho Pablo Berger con ‘Robot Dreams’ y el resto de las nominadas en su categoría, que multiplican por mucho su presupuesto. Si Pablo Berger también se lo lleva, ya me creo que somos capaces de todo en el cine español.
– El principal problema del cine español es la falta de público en los cines. ¿Hay solución?
– Pues aunque parezca mentira, se están empezando a abrir cines nuevos en Madrid después de quince años de cierres continuos. Con el tema de las plataformas es complicado porque hay mucha oferta, pero si buscamos cines más especializados con la visión esa del cine club de los años ochenta podemos conseguir cosas importantes. El año pasado en Octubre Corto proyectamos ‘La Escopeta Nacional’ y la sala estaba medio llena. A lo mejor hay que tirar por cosas así.
